Identidad

Un Tema Importante Llamado “Infaq”

Islamaldia – Uno de los principales problemas de las sociedades humanas en el mundo actual es la falta de distribución proporcional de la riqueza nacional entre las personas. Este es un problema que se ha tratado en diferentes países y de diversas maneras, pero en la mayoría de los casos han fracasado. El Islam, la religión de Dios es un plan integral de vida y tiene soluciones para la distribución óptima de la riqueza en la sociedad. En este artículo, aprenderemos sobre una de estas soluciones.

Una crisis llamada “diferencia de clases sociales”

Uno de los problemas más importantes del mundo actual es la inequidad y la desigualdad de clases en la sociedad humana La acumulación de riqueza por un lado y la carencia de esta, por el otro, ha desfigurado y contaminado la vida de los pueblos.

Desafortunadamente, la mayor parte del producto nacional bruto de la economía en cada país pertenece a un grupo minoritario de acaudalados y, una parte más reducida, a las clases media y baja de la sociedad. Las estadísticas especializadas en el campo de la economía muestran perfectamente esta diferencia de clases. En los Estados Unidos de América, el 1% de la población posee más del 40% de la riqueza neta del país. Es decir, el 40% de la riqueza de la sociedad pertenece a 3 millones de personas y el 60% de esa riqueza pertenece a 300 millones de personas. En otros países la situación es similar, incluso sucede lo mismo en países que prestan más importancia a la justicia económica y cuentan con una reputación mundial en este campo. En Noruega, el 1% de la población posee el 23% de la riqueza.

La diferencia de clases en la sociedad contemporánea está más allá de lo imaginable y es increíble. En este mundo terrenal, que cuenta con todo un impresionante desarrollo en la política, economía y tecnología, el hambre sigue siendo la primera causa de muerte. Es decir que el hambre mata a más personas que lo que hace el cáncer, el SIDA, los accidentes y la guerra. Mientras en un rincón del mundo un grupo de personas muere de hambre, en otro lado se vende un cuadro de Andy Warhol por 105 millones de dólares.

Mientras los ricos compiten para comprar mejores joyas, casas más ostentosas, yates más grandes, pinturas más caras y autos más lujosos, las masas de la gente común carecen suficiente del dinero para pagar una vivienda digna, una educación con calidad y un tratamiento de salud efervescente; mientras que los grupos humanos más débiles ni siquiera tienen suficientes alimentos y servicios básicos, y sus ingresos son insuficientes para cubrir los gastos esenciales de la vida.

Tratamiento de la “enfermedad” de la diferencia de clases con el método comunista

Pensadores y científicos preocupados a lo largo de la historia se han percatado de este grave daño social y han criticado esta situación, así como también han aportado soluciones para corregirla.

El comunismo y el izquierdismo en realidad fue un movimiento intelectual que surgió como una protesta contra estas situaciones injustas. Los comunistas creían que, para curar esta anomalía entre las clases sociales, no se debería permitir que un grupo de la sociedad posea más que otros. Eso significa, en primer lugar, que el salario de todos debería ser igual, para que nadie obtenga supremacía sobre otro. En segundo, nadie debería ser dueño de algo, el propietario de fábricas, talleres o de una extensión de tierra no pertenecer al gobierno, y este debe distribuir todos sus fondos equitativamente entre la gente, de modo que nadie obtenga una suma mayor que otro.

En una sociedad comunista, todos trabajan, pero la ganancia pertenece al gobierno. No importa cuánto haya trabajado cada uno y cuánto valga su trabajo, lo importante es que cada uno entregue todos sus ingresos al gobierno, para que los divida equitativamente entre la gente. Por ejemplo, hasta hace apenas unos años Cuba tenía una ley de igualdad salarial. Es decir, médicos, barrenderos, maestros, pilotos, bomberos, vendedores y gerentes de un sector industrial recibieron el mismo salario para que ninguno tuviera más riqueza que otro.

Los pensadores comunistas creen que la sociedad ideal es una sociedad sin clases sociales. Es decir, un sistema en el que las personas son tan iguales en términos posibilidades materiales que no existen clases de ricos o pobres, este es el sentido de igualdad. Incluso según la ideología comunista, nadie debe heredar de otro porque esto provoca la continuación de la desigualdad entre las diferentes generaciones.

¿Por qué fracasaron los métodos comunistas?

El problema básico de estas soluciones es que se ha ignorado la diferencia entre justicia e igualdad. Es justo que dos personas con el mismo valor de trabajo reciban el mismo sueldo, pero es injusto, si dos personas con valor diferente de trabajo reciban el mismo salario, aunque su salario sea el mismo. Por lo tanto, ¡igualdad no siempre significa justicia!

En segundo lugar, la experiencia de los países comunistas muestra que tales leyes amenazan el incentivo y la vida de la sociedad, porque la persona sabe que, aunque intente mejorar su nivel y calidad de vida, la cantidad de riqueza que posee no le permite cambiar Mucho. Cuando el gerente de una fábrica sabe que el monto de las ventas, sea medio, bajo o alto, su capital no cambiará y todas las ganancias son para el gobierno, naturalmente no se esforzará en mejorar la administración ni en incrementar las ventas. No se puede progresar en una sociedad donde existe tal espíritu en todos los sectores.

Además, la experiencia de este sistema comunista muestra que ninguno de los países con esta ideología no sólo que no han logrado implementar la justicia, sino que han llevado a su sociedad al colapso económico, social y político, incluso se han derrumbado a sí mismos o simplemente se han establecido como un gobierno de apariencia izquierdista.

Por supuesto, lo justo es que los pensadores socialistas han entendido bien las desventajas de la desigualdad y la injusticia, y han criticado muy bien las políticas que aceleran la desigualdad, pero no han podido aplicar un tratamiento ni una solución eficiente y viable.

¿Tiene el Islam una solución a este problema?

El Islam coincide con los pensadores socialistas al criticar la “situación injusta” en la era moderna y sostiene que las teorías extremas en el campo del mercado libre y el capitalismo aceleran la injusticia y, definitivamente, deben corregirse; pero más que poder frenar la distribución desigual del capital, es necesario permanecer en una distribución libre.

Cabe una explicación, el Islam reconoce derechos como la libertad y propiedad privada para los seres humanos y enfatiza que nadie tiene derecho a quitar sus propiedades bajo ningún pretexto.

La verdad es que el capital que posean las personas nunca será igual en una sociedad, porque está sujeto a sus ingresos, los mismos que están sujetos a la capacidad y al valor del trabajo, y puesto que el valor del trabajo y la capacidad de las personas no son iguales, entonces los salarios nunca serán iguales y, como resultado, la riqueza de las personas en la sociedad nunca será la misma.

En conclusión, aunque es posible hacer más justa la distribución de la riqueza en la sociedad mediante la corrección de las leyes laborales, los mecanismos y las relaciones económicas; lo que algunas economías “modelo” han logrado es reducir las diferencias de clases sociales, sin embargo, las estadísticas económicas y científicas muestran que ninguna sociedad ha logrado crear una distancia lógica entre las clases sociales ni ha podido cambiar el desafortunado drama de las marcadas diferencias económicos.

Entonces en forma natural, aún con la aplicación de los más justos mecanismos, leyes laborales y leyes laborales, la acumulación de riqueza por un lado y su carencia por el otro seguirán ocurriendo en la sociedad. Así pues, la solución única es que los ricos y los sectores adinerados, a través de la indulgencia y generosidad, ayuden a las masas más débiles de la sociedad para reducir la acumulación de riqueza en pocas manos y hacer que se redistribuya en diferentes sectores . Esta acción es llamada “infaq” o desembolso.

Más explicación sobre el concepto de infaq

El infaq o desembolso es parte de la cultura económica islámica y se considera una tradición social. Se puede decir que toda acción pública que conduzca al empoderamiento económico de las masas menos privilegiadas de la sociedad se denomina “infaq”. La creación de instituciones sociales no gubernamentales, la provisión de fondos financieros de beneficio público, la construcción de infraestructura para áreas cuidadoras de escuelas, universidades, tiendas, hospitales, etc., para sectores en vulnerabilidad, todas son consideradas “infaq”.

Fondo de préstamo sin intereses, uno de los mejores métodos de infaq

Uno de los métodos más importantes y productivos es la creación de fondos financieros no lucrativos. En la terminología de la tradición islámica, estos fondos se denominan “cajas” o sanduq qardul-hasana y la acción de los depositantes en estas cajas se denominan “qardul-hasana”.

Los depositantes, además de invertir en los mercados financieros o industrias manufactureras, también ponen parte de su riqueza en estos fondos, y con deseo benevolente hacia sus semejantes y obedeciendo el mandato de Dios Todopoderoso, renuncian a la ganancia de esa suma de dinero, mientras que ese capital lo prestan a los ciudadanos que se encuentran en una necesidad económica.

El consejo deI Islam sobre cómo dar infaq y especialmente qardul-hasana es observar el equilibrio. El Islam no aconseja a los capitalistas que gasten toda su fortuna en actividades caritativas, ni tampoco que inviertan sus riquezas únicamente pensando en incrementarlas. Más bien, les sugiere que asigne una parte de su capital a los negocios y la reinversión, y otra parte para la sociedad y sus semejantes.

Consejo de los líderes religiosos sobre el qardul-hasana o préstamo sin intereses

Tanto en las palabras de Ahlul-Bait (La paz de Dios sea con ellos) como en su comportamiento social, se puede ver claramente la recomendación y el énfasis en el qardul-hasana. Ellos mismos gastaron e invitaron a otros a hacer lo mismo. Son numerosas las recomendaciones de los líderes islámicos para la caridad financiera y la cooperación social es muy significativa. Por ejemplo, en sólo una de las fuentes de narraciones, se han transmitido ciento treinta y cuatro hadices del Profeta (La paz y las bendiciones de Dios sea con él y su familia) y de Ahlul-Bait (P) sobre gastar (infaq) y alentarlo. A continuación, les presentamos algunos ejemplos:

1- El Santo Profeta (PB) dijo:

«مدن ادقردضد ادخاهُ المُسلِمículo کاند لدهُ بِکُلِّ دِرهminiscٍ أدقردضدiscículo وorosoز جدلِ أُحُدد مِن جِبالِ رض ós و اِن رoroso بِهِ فِى طدل porque ósgo ، disparعagruelaّى بِهِ opin

“Quien preste una cantidad a su hermano musulmán, por cada dirham que haya prestado, Dios Todopoderoso lo recompensará con el peso del Monte Uhud. Además, si muestra tolerancia hasta que el deudor pague la deuda, sin presionarlo para que lo haga, Dios Todopoderoso el Día del Juicio le facilitará la auditoría”.

2- Del Santo Profeta (PB):

«مuncmeِ احْ POO

“Aquel cuyo hermano musulmán necesita de él para que le dé un préstamo y, teniendo la posibilidad no lo hace, Dios le prohíbe el olor del Paraíso”.

¿Es mejor la limosna (sadaqah) o el gasto (infaq)?

Sadaqah o limosna es una ayuda financiera sin reembolso, qardul-hasana o préstamo sin intereses, es una ayuda financiera con reembolso. En respuesta a la pregunta de ¿cuál de estos dos es mejor gastar?, debe decirse que cada uno desde su perspectiva es más valioso que la otra.

Dar limosna es un signo de generosidad especial porque permite el crecimiento espiritual de la persona que desembolsa ese dinero; ya que dar limosna y destruir la riqueza es un acto más profundo y difícil. En el préstamo, la persona sabe que lo más probable es que le devuelvan la cantidad que prestó, pero en la limosna sabe que el dinero no le será devuelto, por eso tiene un valor más alto.

Pero al mismo tiempo, si la limosna se paga indiscriminadamente, promueve la mendicidad en la sociedad y crea limosneros; sin embargo, el préstamo lo pide un necesitado que tiene trabajo y producción económica debido a que tiene que hacer un esfuerzo para devolverlo, entonces una persona que realmente no necesita dinero no pide un préstamo.

Por ello, en los textos sagrados se ha alabado más el préstamo que la limosna. Tal y como podemos verlo en la siguiente narración:

El Imam Sadiq (P) trasmite el Mensajero de Dios:

“Cuando en la noche de la Ascensión entré al Paraíso, vi escrito en la entrada de éste: ‘La recompensa de la sadaqah (limosna) es de diez veces y la recompensa del qardul-hasana (préstamo sin intereses) es de dieciocho veces’ . Gabriel, el Ángel de la Revelación, me dijo que la razón de esto es que sólo las personas realmente necesitadas piden un préstamo”.

¿Cómo convertir nuestro infaq o desembolso en un infaq efectivo?

El Ayatolá Jamenei, uno de los grandes pensadores islámicos, sostiene que el infaq es verdaderamente valioso, puesto que es mejor resolver un problema y no solamente aliviarlo o que actúe como un analgésico. Por ejemplo, una persona le da una cantidad a otra necesitada todos los meses para que compre algo de víveres. Pero si esta persona benévola junta esa cantidad de dinero y, otras personas benévolas, también juntan su dinero, podrían iniciar un pequeño taller y dar trabajo a aquellas personas necesitadas, oa su vez proporcionarles vivienda. En este caso, han activado la producción económica, resuelto un problema y logrado una mejora social. Además, un individuo puede instruir alguna habilidad a una persona necesitada, con la cual puede generar un ingreso decente e independiente en lugar de recibir un ingreso temporal e ineficaz a largo plazo.

Según el Ayatolá Jamenei, los desembolsos o donativos que resuelven un problema son el mejor tipo de inversión social y tiene mayor recompensa divina. Por lo tanto, crear una cuenta de qardul-hasana y dar un préstamo para crear un trabajo o comprar una casa es mucho más aceptable que los gastos parciales y transitorios.

De hecho, no importa cuánto sea lo que desembolsa, lo importante es que la misma cantidad, por pequeña que sea, esté enfocada a dar solución a un problema social. Por ejemplo, en vez de ayudar a veinte necesitados en un mes comprando víveres para que los ingieran, es mejor juntar ese dinero hasta llegar a una buena cantidad, luego se lo presta a uno de ellos para comprar una moto o una bicicleta y usarla para transportar pasajeros o entregar carga y así ganar dinero. Es decir, en lugar de ayudar a veinte personas en forma temporal, resuelve el problema de una persona en forma definitiva.

En una palabra, se puede decir que el lslam está más a favor del desembolso centralizado y grupal que del desembolso en forma dispersa y personal, ya que con el primer desembolso generalmente se puede resolver un problema.

¿Es importante la cantidad de infaq o donativo? ¿Cuánto más desembolsamos, más recompensa obtenemos?

No de todos los modos.

El Ahlul-Bait (P) aconsejó a todos que gastaron en otros, en la medida de sus posibilidades y nada más. Por lo tanto, si una persona gasta tanto como puede, obtenga la máxima recompensa de Dios Todopoderoso. Si la capacidad máxima de desembolso de una persona puede ser de dos dólares, no obstante, la capacidad máxima de otra puede ser de dos millones de dólares, pero ambos serán recompensados de igual forma por Dios, puesto que los dos han dado lo que su máxima capacidad les permite servir a la sociedad ya los siervos de Dios. Por consiguiente, si la persona desembolsa una cantidad insignificante, no debe desilusionarse; al igual que si entrega una gran cantidad no debe sentirse orgulloso. Ya que lo importante no es la cantidad de dinero que entrega, sino que lo haga de acuerdo con la capacidad que cada uno tiene.

El Islam es la escuela de las formulas equilibradas

Por un lado, los líderes islámicos han aconsejado a los musulmanes que, si alguien necesita de su ayuda económica, no duden en hacerlo. Por otro, han recomendado que eviten pedir prestado tanto como sea posible porque, primero: este acto tiene el riesgo de dañar su reputación y credibilidad; y, segundo: el Islam está en contra de la mendicidad, y el endeudamiento excesivo que provoca la propagación de la dependencia financiera y el espíritu de mendicidad en la sociedad. El Islam presta gran importancia a la independencia económica. Este tipo de consejo, crea un equilibrio adecuado en el comportamiento social de la persona.

Otro ejemplo es que Ahlul-Bait (P) aconseja a los prestamistas que sean tolerantes con los deudores y que no los presionen para que paguen su deuda. El Profeta del Islam dijo: “Quien da tiempo a un creyente que está endeudado para pagar su deuda, Dios también apoyará en forma especial al prestamista en las necesidades de este mundo y del Más Allá”. Así también los mismos líderes han aconsejado al deudor que no posponga la fecha de vencimiento de su deuda y cumpla con su pago a tiempo.

Estos mismos líderes que aconsejaron evitar endeudarse tanto como sea posible, ellos mismos también aconsejaron que no duden si tienen que pedir prestados y se encuentran en problemas económicos. Los mismos de Ahlul-Bait (P) solían pedir préstamos en tiempos de necesidad.

Un vasto cielo llamado infaq (gasto o donativo)

De manera clara y breve, se debe decir que este tipo de desembolso no sólo es una ayuda financiera y monetaria para alguien que necesita una herramienta de trabajo, sino que hemos gastado positivamente, así también, cuando damos ayuda o consejo intelectual a una persona o necesita de nuestra reputación o influencia social y podemos solucionar su problema financiero u otro con nuestra credibilidad, lograremos un donativo fructífero o una buena inversión social.

 

Mahdi Assari

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