¡Oh, los que creéis! Se os ha ordenado que ayunéis, de la misma manera que fue ordenado a quienes os precedieron. Quizás así seáis temerosos de Dios”
Versículo 183 de Sura La vaca
¿Sabías que los granos de lápiz contienen las mismas sustancias que los diamantes? El carbono es uno de los elementos más abundantes descubiertos en la superficie terrestre, pero, solo en las profundidades de la tierra y donde la presión es 5000 veces mayor que la presión superficial y la temperatura alcanza al menos 1000 ° C por encima de cero, esta sustancia dura y hermosa de la naturaleza, se convierte en un diamante.
El bendito mes de Ramadán nos ofrece una gran oportunidad para construir y pulir la esencia humana, Ramadán significa calor. El Santo Profeta del Islam (PB) dice: "El mes de Ramadán se llama así porque quema los pecados". Es decir, la adoración en el mes de Ramadán, enciende el fuego del intelecto, la fe y la voluntad, quemando los deseos carnales y puliendo la esencia humana. La adoración en el mes de Ramadán, es una manera de cultivar el alma a través de la oración, la obediencia y acercamiento a Dios.
El Profeta Muhammad (P) dice: "Las puertas del cielo se abren la primera noche de Ramadán y no se cerrarán hasta su última noche"
Para que el alma vuele y brille en el cielo al servicio de Dios, uno debe pasar por unas "calderas" que quema el hilo que nos une a cosas materiales y mundanales. El mes de Ramadán y el ayuno son oportunidades de oro para este crecimiento y prosperidad, pasando de lo que nos gusta y nos desagrada. Un camino de crecimiento y florecimiento de los talentos para el fortalecimiento de la voluntad. Aquel que tiene poder de voluntad puede superar sus motivos superficiales e insignificantes y hacer el trabajo correcto y valioso soportando penurias y dificultades. Cuanto mayor sea este poder, mayor será la capacidad para alcanzar la esencia de la humanidad.
Por eso Dios dice en el Sagrado Corán: "Se os ha ordenado que ayunéis, de la misma manera que fue ordenado a quienes os precedieron". Porque esta adoración está hecha para el ser humano. El ayuno requiere que confrontemos nuestros deseos naturales, esta confrontación elimina los obstáculos al crecimiento y hace que el ser humano recorra el camino de cien años en tan solo un mes. Por esta razón, el Profeta del Islam, Muhammad (PB) dice: "Si el siervo de Dios entendiera la verdad del mes de Ramadán y supiera la bendición que tiene, le gustaría que Ramadán durara todo el año" Cualquiera que conozca el mes de Ramadán solo por el hambre y la sed realmente no ha entendido bien este mes. Uno verdaderamente se beneficia del mes de Ramadán si encuentra el “diamante” escondido en este mes y ve el reflejo de la luz de su Señor en él.
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