El Bendito Mes de Ramadán, La Mejor Oportunidad Para Adorar al Creador

Islamaldia - El mes sagrado de Ramadán es un mes excepcional. El mes sagrado de Ramadán y el mes de Rayab han sido señalados como los meses de Dios. El mes de Ramadán se considera como el mes divino debido a sus características únicas y a la revelación del "Sagrado Corán", un libro enviado a sus criaturas que contiene la guía para la felicidad.

El mes de Ramadán está lleno de bendiciones divinas y misericordia. En este mes está la Noche del Destino, noche en la que el destino de un año de los seres humanos y su sustento se determinan según sus méritos y virtudes, y donde la adoración a Dios es superior a la adoración de mil meses. Es un mes en el que se determinó uno de los actos de culto más importantes, como es el ayuno. El Imam Ali (P) cita del Sello de los Profetas(PB) sobre los efectos del ayuno durante el mes de Ramadán: "No hay creyente que ayune el mes de Ramadán, a menos que Dios Todopoderoso le dé siete cualidades. Todo lo prohibido que esté en su cuerpo será borrado. Se acercará a la misericordia de Dios Todopoderoso. Perdonará el error de Adán. Dios facilitará los momentos antes de su muerte. Estará a salvo del hambre y la sed del Día del Juicio. Dios Todopoderoso lo bendecirá con la deliciosa comida del Paraíso y finalmente, Dios Altísimo le liberará del fuego del infierno”

Los días, noches y horas de Ramadán son los mejores momentos. No solo la adoración se considera devoción, sino que también todas las buenas obras que realizamos, incluso muchas de los actos básicos. En este mes, la respiración de los ayunantes glorifica a Dios, su sueño es adoración, sus obras son aceptadas y sus súplicas son contestadas. No solo se multiplican los actos obligatorios, sino también los recomendables y toda buena acción será aceptada. Por ejemplo, la recompensa de recitar cada versículo del Corán se considera como haber recitado el Corán completo.

El mes de Ramadán es el único mes en el que Dios ha invitado a todos. El Señor de los mundos, como anfitrión y sus invitados, los pobres y los necesitados siervos de Dios. Ayunar, evitar los placeres mundanos, recitar el Corán, adorar durante la noche, suplicar, buscar el perdón y la misericordia divina, dan como resultado la piedad divina. Como dice Dios Todopoderoso: "¡Oh, los que creéis! Se os ha ordenado que ayunéis, de la misma manera que fue ordenado a quienes os precedieron. Quizás así seáis temerosos de Dios"

Ramadán es una oportunidad excepcional, dorada y única para la adoración. Una breve mirada a los libros de súplicas como "Las llaves de paraíso" indica esta oportunidad especial, porque para cada momento y hora de este mes sagrado, se han enunciado actos preferibles, oraciones y súplicas que deben usarse al máximo. Por lo tanto, en los meses de Rayab y Sha'ban, se ha puesto mucho énfasis en pedir perdón para encontrar la disposición y la alegría para la llegada del mes de Ramadán.

El mes sagrado de Ramadán es una muy buena oportunidad para difundir la religión y explicar e interpretar el Corán, estar con la gente y ayudar a los pobres, pero, sobre todo, es una oportunidad para adorar y acercarse a Dios. Por supuesto, los actos de este mes son muchísimos, para cada noche cuántos actos preferibles, cuántas oraciones y súplicas diferentes se han mencionado que no debemos desaprovecharlas, especialmente adorar al Creador y quedarse despierto en las noches del decreto. Como dijo el Profeta Moisés (P) en sus súplicas con Dios Todopoderoso: «“Oh ¡Dios! Quiero estar cerca de ti" Dios dijo: Mi cercanía es para alguien que se queda despierto en la noche del decreto. Dijo: "¡Oh Dios! Te pido misericordia" Respondió: "Mi misericordia es para el que tiene misericordia de los pobres en la noche del decreto. Dijo: “¡Oh Dios! Te pido permiso para cruzar el puente (en el día del juicio final)” Respondió: “El permiso del camino es para quien da limosna en la noche del decreto”. Dijo: “¡Oh Dios! Quiero los árboles del Paraíso y sus frutos” Contestó: “Son para el que glorifica en la noche del decreto” Dijo: “¡Oh Dios! Quiero la liberación del infierno” Dijo: “La liberación del infierno es para quien busca el perdón en la noche del decreto” Dijo: “¡Oh Dios! Quiero tu satisfacción” Respondió: "Mi satisfacción es para alguien que reza dos ciclos de oración en la noche del decreto

El bendito mes de Ramadán es una gran oportunidad para practicar la superación personal, ya que se puede practicar el evitar los pecados. Este mes está lleno de caridad y bendiciones. Sus obras y bendiciones no se limitan a asuntos materiales, económicos y personales. El logro más importante del mes sagrado de Ramadán son las cuestiones espirituales. Este mes es para que el ser humano esté en el camino de la piedad y esta rija en su existencia. El ser humano, ciertamente alcanzará niveles más altos de piedad mediante el ayuno y la realización de actos de adoración. Es muy fácil abstenerse de pecados en este mes, porque Dios ha atado las manos y los pies de Satanás con grilletes y cadenas, y las puertas del cielo están abiertas y las puertas del infierno están cerradas. Por lo tanto, se han proporcionado todas las bases para hacer buenas obras. Por lo tanto, este mes sagrado de Ramadán es la mejor oportunidad para adorar al Creador.

Las súplicas de este mes ya sean las súplicas del amanecer, para los días o las noches, son oraciones cuyos temas ablandan el corazón y lo iluminan, mejorando la relación con Dios Todopoderoso. El levantarse temprano es valioso en todos los meses y es eficaz para la superación personal y para acercarse a Dios, pero en el mes sagrado de Ramadán, su valor es muy alto. Según las narraciones, especialmente las narradas por el Imam Hassan Askari (P), se afirma que no es posible alcanzar la cercanía del Creador, a menos que se adore a Dios durante toda la noche."

Si se pone en práctica estos actos se puede alcanzar las bendiciones divinas con más rapidez y con mucha más cantidad y calidad. Cuando el ser humano aprovecha al máximo estas oportunidades, se acerca a Dios y pasa a estar completamente bajo la tutela divina. Según la famosa narración Nawafil, cuando una persona se abstiene de las cosas prohibidas y realiza todos los deberes divinos, pule y purifica su corazón de los pecados, llega a un punto donde sus ojos son los ojos de Dios y sus oídos son los oídos de Dios y todo su cuerpo se vuelve celestial.

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