Vida política
Desde el punto de vista de las enseñanzas islámicas, el hombre es responsable de su destino personal y social y no puede ser indiferente a los acontecimientos y realidades que le rodean. Uno de los temas más importantes que tiene un gran impacto en el destino de la humanidad, es el liderazgo y la gestión política de la sociedad lo que exige una actitud responsable, es decir el género no es un impedimento
Desde este punto de vista, Fátima (P), la hija del Santo Profeta del Islam (PB), es la persona más digna de participación política. A pesar de las numerosas actividades sociales y la fatiga provocada por el trabajo diario, las tareas del hogar y el cuidado de sus hijos, nunca se alejó de la política, y como un político heroico, apareció en el escenario social y sacrificó su vida en defensa de los derechos y la justicia.
Comenzó su vida política desde una edad temprana y conoció de cerca las actividades de su noble padre y los numerosos problemas y sufrimientos. Después del matrimonio y la convivencia, continuo su participación social esta vez en compañía de Ali (P). Con la muerte del Profeta Muhammad (PB), comenzó un nuevo capítulo en su vida, en el que comenzó su lucha para fortalecer los cimientos de la revolución del Santo Profeta (PB), la preservación y continuación del gobierno islámico, teniendo una destacada presencia en la gran corriente política.
El Santo Profeta del Islam falleció mientras acechaban los sedientos de poder, aquellos que estaban esperando la oportunidad se reunieron en Saqifa y, en contra de la orden de Dios y las palabras del Profeta Muhammad (PB), tomaron el califato de Ali (P) y se lo entregaron a otro, llegando a la escena política con fuerza y poder. Intimidaron a un grupo con amenazas y presión, llegaron a un acuerdo con un grupo mediante la negociación y el reparto del poder, otros coordinaron con Hatem Bajshi y tomaron el poder en un golpe de estado. En esas circunstancias, ¿Quién y cómo debería defender el Imamato y a Ahlul Bayt?
Pareciera que Fátima (P) fue elegida para defender al Imamato en el período posterior a la muerte del Mensajero de Dios (PB); porque los musulmanes se equivocaron en esa dura prueba con su silencio, perdieron el espíritu épico y la búsqueda del martirio en los campos de batalla, enfundaron sus espadas, se aislaron y solo vieron venir los amargos eventos.
Nadie más podría haber comenzado y continuado una lucha victoriosa en esa situación contra las invasiones organizadas y las sediciones con la perspicacia y la conciencia necesarias como Fátima Zahra (P). Todos excepto la hija del Profeta Muhammad (PB) serían derrotados, y cualquier otro personaje, si lo hubiera, quedaría aislado con todo tipo de calumnias falsas y cualquier resistencia se hubiese apagado.
Pero ellos estaban angustiados ante el coraje, la perspicacia y el martirio de Fátima Zahra (P) y sus máscaras se rasgaron y se reveló su naturaleza malvada.
Fátima (P) se consideraba a sí misma una mujer musulmana que debería estar familiarizada con sus deberes y realizarlos personalmente. Por lo tanto, en los días de fuego, sangre y tortura después de la muerte del Sello de los Profetas (PB) y en los días en que la política del día era prender fuego a las casas, exigir lealtad por la fuerza y ejercer poder, se levantó para cumplir con sus deberes religiosos y políticos.
Métodos y carácter político
La política de Fátima (P) es una política consciente, combinada con perspicacia, pensamiento, pensamiento y cálculo, seleccionado y seleccionado, basado en la fe y la creencia. Su propósito es la felicidad de los seres humanos y la liberación de la esclavitud, humillación y la garantía y provisión de valores razonables en la sociedad.
La política de Fátima Zahra (P) es la política de protesta, desafío, desaprobación del liderazgo corrupto, la política de llevar a juicio y acusación al actual líder y califa de la comunidad, ayudar a los oprimidos y finalmente llorar cuando no hay más que hacer, no para vaciar su corazón, sino para despertar a la gente y guiarlas donde la verdad está enterrada viva.
En esta política, que es divina en donde no importa que el cuerpo sufra, Fátima Zahra (P), prendió la lección del coraje de su padre, la fortaleció en las enseñanzas de Ali (P). Para ella, el propósito divino es importante y debe defenderlo.
El sermón histórico de la Dama del Islam, Fátima Zahra (P) es un claro ejemplo del método de lucha y demuestra de que ella no solo fue una oradora elocuente, fue la contraparte de su esposo el Príncipe de los Creyentes, Ali. (P).
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