La elocuente ausencia de Cuba, Nicaragua y Venezuela en dicha Cumbre, junto a las críticas y quejas elevadas por numerosos países de la región ante semejante disparate diplomático, son claras señales de la decadencia imperial que hace grandes esfuerzos por mantener la unipolaridad en el mundo.
Como si fuera poco, mientras esto sucedía, los máximos líderes de Venezuela e Irán acrisolan en un insurgente abrazo su mutua solidaridad y resistencia antimperialista y contrahegemónica. Los recientes acuerdos entre ambas naciones son nuevos vientos que apagan la llama imperial y contruyen el mundo multipolar.
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