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Cartas Para Cambiar al Mundo Parte 3

Segundopaso – Continuamos conociendo el ensayo escrito hace unos años en el marco del concurso Fayr convocado por la Radio Voz Exterior de Irán respecto a la importancia de las cartas, de aquello que expresan en esencia, tomando como base la carta a los jóvenes publicada por Seyed Ali Jamenei el año 2016.

En el nombre de Dios a la juventud de los paises occidentales

 

Los tristes acontecimientos que provocaron el terrorismo ciego en Francia, una vez más, han motivado este diálogo con ustedes. Para mí resulta muy lamentable que tales acontecimientos generen estas explosiones, no obstante, es una realidad que si estos dolorosos temas no allanan el terreno para encontrar una solución, los daños serían mayores. El sufrimiento de todo ser humano, en cualquier parte del mundo, es triste para los demás.

En el Nombre de Dios el Clemente el Misericordioso

…”Quien asesine a un creyente con premeditación será condenado a permanecer eternamente en el infierno, además caerá la ira de Dios, y recibirá Su maldición y un castigo terrible”… Sagrado Corán 4:93 Desgraciadamente en el día de ayer , el Sheij Nimr Bakir al Nimr, fue martirizado bajo falsos cargos de terrorismo, como castigo por haber denunciado la exclusión, la marginalidad y las violaciones a los derechos humanos, de los musulmanes shiitas que viven bajo el yugo y la opresión de la Monarquía Absoluta de Arabia Saudita, único país en la tierra que lleva el nombre de una familia real, los Al Saud.

Cada día que pasa es más evidente la batalla que se libra en el seno de nuestra religión; por un lado se encuentra el Islam de la paz, el respeto, el diálogo y el entendimiento con las gentes del libro (Cristianos y Judíos), el que supo iluminar a la humanidad con la ciencia y la tecnología, con el álgebra, los tratados de medicina de Ibn Sina, y los enormes avances en materia de geografía, física y matemática, el Islam que rescató del olvido a Platón y Aristóteles, el del comercio y la exploración, el del exquisito arte caligráfico, floral y geométrico aplicado a la hermosa Alhambra entre otras maravillas de la arquitectura. El Islam revolucionario, ese que hace 1400 años reivindicó a la mujer y le otorgó el derecho a ser escuchada, a la herencia y al divorcio, el Islam del Profeta Muhammad (PyB) y la continua prédica de un modo de vida piadoso, humilde, en equilibrio y absoluto respeto con todas las formas de vida. El Islam del amor hacia Jesús hijo de María, Moises, el patriarca Abraham y sus hijos Isaac e Ismael con todos ellos sea la Paz. El Islam de la higiene y la limpieza, del ayuno y la abstinencia de las bebidas y alimentos nocivos al cuerpo humano, el de la justicia y la piedad hacia los débiles, los pobres y desamparados, el Islam de la inmensa mayoría de los musulmanes que habitan en paz el planeta tierra. Mientras del otro lado, tenemos el distorsionado Islam de los hipócritas y mentirosos, fanáticos e intolerantes retrógrados y asesinos, que avergüenzan la religión de Dios, esos que no respetan la vida humana y destruyen el patrimonio de milenios a su paso, el falso Islam de Arabia Saudita, del ISIS o Estado Anti Islámico, de Al Qaeda y Boko Haram, de Jabhat al Nusra, el falso de Islam de los predicadores de las corrientes de pensamiento del odio Wahabita, Salafista, Takfiri, que rebajan y denigran a la mujer a la categoría de cosa u objeto, despojándola de sus más elementales derechos, obligándola a vestir el Burka o el Niqab , tapando sus rostros como si estos fueran motivo de vergüenza. Rechazamos este falso Islam que destruye Iglesias y Mezquitas por igual, que odia la cultura, la música y el arte, que decapita.

Ese es el Islam de Abu Sufyan, de Muawiah y Iazid, de Ibn Taimiah, Al Albani y Muhmmad Abdul Wahab (las maldiciones de Dios sean para con ellos y sus seguidores). El falso Islam, que transformó la santa ciudad de la Meca en un gran Shopping Center, que destruyó las ruinas de las milenarias ciudades de Palmyra y Nimrud, el falso Islam de los sultanes y emires que prohíben el festejo de la navidad en sus países mientras dilapidan el dinero de sus pueblos hambrientos en casinos, prostitutas, lujos y fiestas.

El Falso Islam que obligó a la familia musulmana y pacífica del nenito Aylan Kurdi a la desesperación de escapar de Siria para evitar su aniquilación enfrentando el triste destino de una muerte por naufragio en una playa del mar mediterráneo.

Nosotros desde nuestro humilde lugar, repudiamos y nos desentendemos de estas hipócritas que nos avergüenzan ante el mundo brindando una imagen lamentable, atrasada y totalmente distorsionada de nuestras creencias Es por ello que suplicamos a Dios todopoderoso, el descanso en los jardines del Edén del alma del Sheij Nimr, así como de las almas de los cientos de miles de mártires creyentes, cristianos o musulmanes, que caen en Siria, el Yemen, Bahrein, Irak, el Líbano, Afganistán, Paquistán o Nigeria, resistiendo los intentos de instaurar en sus tierras la tiranía, la opresión, el despotismo de la corriente del falso Islam Wahabita cuyas muestras de odio e intolerancia han sido testimoniadas por el mundo entero con los atentados terroristas en Francia, Inglaterra, España y Estados Unidos,potencias que de manera hipócrita alimentan y financian a esta bestia con la compra de petróleo a su principal exportador: Arabia Saudita

Y contrariamente a ese Islam existe una versión malsana, distorsionada, errada, propia de fanáticos, intolerantes y asesinos, que ocasionan un daño inconmensurable, favoreciendo a los enemigos del Islam. Una versión que desprestigia la creencia de 1.500 millones de hombres y mujeres, que en todos los continentes conforman la Umma. Un grupo de terroristas, que no sólo avergüenzan al Islam sino al conjunto de la humanidad, con un actuar que desprecia la vida humana, en una suerte de idolatría surgida de las negras entrañas del wahabismo de la Casa al Saud, que confunde su historia, la política y la religión en el seno de una familia que gobierna con mano de hierro a su población e influye negativamente en la región.

Una Casa al Saud, que en virtud de intereses bastardos y criminales ha dado vida a organizaciones criminales como Al Qaeda, Daesh, Boko Haram, Ansar al Dine, Jabhat al Nusra, entre otras bandas terroristas. Creyendo en un Islam falsificado por los exegetas de las corrientes de pensamiento retrógrados, que sustentados en el odio rebaja, ofende y denigra al ser humano en general y sobre todo a la mujer en forma muy particular sumergiéndola en la categoría de cosa u objeto, despojándola de sus más elementales derechos. Una ideología que ve a otros creyentes del Islam como blancos mortales a los cuales ejecutan, que ven al mundo con el prisma miope de su creencia.

El objetivo central de la segunda carta de Seyed Alí Jamenei tiene así una misión fundamental: clarificar, dar a conocer el Islam verdadero el que se encuentra en la vereda opuesta de esa versión surgida en las oficinas de inteligencia de los servicios secretos de la Agencia Nacional de Seguridad de Washington de la Central Nacional de Inteligencia, del Mossad israelí , del MI6 Inglés y el General Intelligence Directorate – GID – también conocido como Istakhbarat de Arabia Saudita que tuvieron como campo de experimentación las tierras afganas, y se desarrollan hoy en el marco de un Oriente Medio convulso tras las agresiones terroristas contra Siria e Irak. Como también atentados terroristas que han causado víctimas en Beirut, Bangkok, Mogadiscio, Ciudad de Kuwait, Túnez, Ankara, Maiduguri, París, Susa,

Ante se panorama, el mensaje de Seyed Ali Jamenei con su segunda misiva va encaminado a mostrar la cara del Islam alejada de estereotipos, una cara que no esté teñida del enfoque demonizador que occidente ha hecho de esta cultura en los últimos años y que ha generado una ola de islamofobia, radicando allí el origen de la violencia en una política agresiva y hegemónica de las grandes potencias occidentales y sus aliados incondicionales, que inducen a similar Islam con el terrorismo. El Islam no tiene nada que ver con el terrorismo y menos aún con las interpretaciones de grupos que hacen de la atrocidad su forma de actuar – surgidos, avalados, financiados y apoyados por las potencias occidentales, especialmente Estados Unidos, que a través de estos movimientos busca ampliar sus grados de influencias en todos los rincones del planeta.

 

Un terrorismo con origen conocido

En esta segunda carta del líder religioso iraní a los jóvenes, éste afirma que “es cierto que hoy en día el terrorismo es un dolor común para nosotros y también para ustedes, pero es necesario saber a inseguridad e inquietud que ustedes experimentaron por los últimos incidentes , tiene dos diferencias principales con los dolores que han sufrido los pueblos de Irak, Yemen, Siria y Afganistán durante muchos años. La primera diferencia es que el mundo islámico ha sido víctima de la violencia en una escala más amplia y por mucho tiempo. La segunda es que, desafortunadamente, dicha violencia ha sido apoyada por los poderes mundiales de diferentes maneras y muy efectivas”

Seyed Ali Jamenei al constatar el papel de valedores de las grandes potencias respecto a las bandas terroristas que se han desarrollado, sobre todo en el Magreb, Oriente Medio y Asia Central, permite tener presente el papel que Washington y sus administraciones de gobierno – sean estos republicaos o democratas – han cumplido en el diseño, la creación, el financiamiento, desarrollo y fortalecimiento de los movimientos terroristas de raíz takfirí, teniendo en ello la inestimable ayuda de la raíz ideológica y financiera de este terror con base geoestratégica: Arabia Saudita.

No en balde Estados Unidos fue el creador de como grupos Al Qaeda en la estrategia de combate a las tropas de la ex Unión Soviética avecindadas en Afganistán entre el año 1979 y 1989 con todas las consecuencias nefastas que trajo al mundo la creación de esa criatura, devenido en hijo putativo de Washington. El doble rasero del Occidente ante los movimientos del Despertar en el mundo islámico es un ejemplo claro de la contradicción en las políticas occidentales. Tras la experiencia afgana contra los soviéticos, se adicionaron una serie de intervenciones de Estados Unidos y sus aliados: en Irak que repitieron la intervención e invasión de su territorio en dos ocasiones. En Afganistán, invadido nuevamente el año 2001 bajo la excusa del combate al movimiento talibán y la captura de Osama Bin Laden.

Se consolidó así, una red de Bases Militares y Navales de Estados Unidos y la OTAN en el Golfo Pérsico y el Medio Oriente. Se ha trabajado, a partir del año 2011 en derribar a gobiernos árabes en el Magreb, como también seguir apoyando –desde 1948 a la fecha– la política de expansión, ocupación y represión del régimen de Israel contra el pueblo palestino. Sumemos a ello el avalar y apoyar financiera, militar y políticamente la guerra de agresión contra Siria, que tiene como objetivo, no sólo derribar al Gobierno de Bashar al Assad, sino también consolidar una política de cerco contra el Gobierno de Irán.

Hoy, en ese marco, se constató como los terroristas grupos takfirí, como Daesh y Al-Qaeda y sus distintas franquicias en Mali, Níger, Mauritania, Paquistán, Afganistán, Yemen o Paquistán, verdaderos monstruos políticos y militares creados por Occidente, tratan de imponer su ideología radical a la costa del sufrimiento de millones de musulmanes. Este escenario mostró que la contradicción dijo que traía consigo un plan bien diseñado, tendiente a generar un geopoder de nuevo cuño, donde el poder hegemónico de estados unidos comenzaba a actuar bajo la estrategia del Leading From Behind, de tal forma de mostrar la relevancia de actores europeos como Francia e Inglaterra y de Oriente Medio como Turquía, Israel y Arabia Saudita.

Ese papel, aparentemente contradictorio – pero pudo planeado – fue el papel que Estados Unidos le entregó a Osama Bin Laden, un socio predilecto cuando el enemigo era el comunismo y enemigo murió cuando la criatura se le escapó de las manos. Ese ha sido el juego permanente de Estados Unidos, un péndulo mortal. Estados Unidos, su gobierno, el Complejo Militar Industrial de la principal superpotencia mundial, el Tea Party, el lobby de Aipac – American Israel Public Affairs Committee – anunciaron con bombos y platillos la muerte de Osama Bin Laden y las cadenas de noticias internacionales mostraronn a militares vestidos de civil – ordenaditos, rapados, alineados – compartiendo banderas, gritos en honor a su país, enfervorizados frente a la Casa Blanca,

Bin Laden siempre aparecía, cuando menos se le esperaba, cuando menos se llamaba a presencia su rostro angulado, su barba cana y su aspecto flemático empuñando una fiel Kalaschnikov en su mano derecha. Bin Laden apareció de estampida, de improvisación, sin anuncios para copar las agencias de noticias internacionales, para asustar a las líneas áreas y las fuerzas de inteligencia de todo el mundo, asustar a diplomáticos ya los ejércitos, asustar a los periodistas que regresaban presurosos a sus refugios. Osama aparecía siempre cuando más lo necesitaban los estados Unidos, las dictaduras, las democracias protegidas y las Monarquías feudales del Golfo Pérsico y del Magreb. Bin Laden era la pieza comodín, la que servía para todo.

 

Era demasiado sospechoso que Al Qaeda, Bin Laden o cualquiera de los lugarestenientes del hombre más buscado del mundo no estuvieran en las portadas mientras el viejo orden árabe se desmorona. Pues, cómo seguir asustando a los gobiernos aliados ya los ejércitos de Libia, Arabia Saudita, Túnez, Egipto, Argelia, Marruecos, Jordania, Bahréin, Yemen, Israel, Turquía entre otros con la amenaza de Bin Laden y su imagen instrumentalizada cuando se hacía necesario volver a encender los fuegos de la “lucha contra el terrorismo” “la lucha contra el eje del mal”. Este Bin Laden sanatizado por aquellos que le dieron vida, este Bin Laden que trabajó para que Estados Unidos y el mundo occidental derrotara a la ex Unión Soviética en Afganistán y que después se les escapó de las manos pues el “niño no era tan disciplinado” . La Oveja negra de la familia se convirtió así en el demonio, en Satán, en el depositario de todos los males, en la imagen de Belcebú y junto a ello la presentación del Islam como una creencia “peligrosa”. Muerto el ícono satánico era necesario levantar otros enemigos, en este caso uno más general: el Islam.

El Islam no tiene nada que ver con el terrorismo y menos aún con las interpretaciones, que grupos salafistas y wahabíes sustentan, para justificar así un actuar amparado en una supuesta ideología, que no pertenece al Islam y más bien responde a las políticas de un occidente , que aprovechando dichas doctrinas, que tienen su origen en la Casa al Saud y las Monarquías Feudales del Golfo Pérsico, financian y apoyan generosamente su expansión, les permiten implementar sus políticas hegemónicas y objetivos geoestratégicos, donde el terrorismo takfirí sirve de punto de lanza. No sólo para destruir a los países, fragmentarlos o ceñirlos a sus designios, sino también demonizar a la cultura de 1.500 millones de creyentes en el Islam. Ante esa constancia,

Este llamado de la carta de noviembre del año 2015 se une a la otra carta emitida en el mes de enero del 2015 donde el Ayatolá Alí Jamenei emitió una misiva donde solicitó a los jóvenes de Europa y de Norteamérica que estudiaran el Islam, que se informarán más allá de lo que los medios de los países donde viven, informarse “de primera mano” y evitar la propaganda manifiesta islamófoba que los medios de comunicaciones de occidente estaban implementando, en el marco, en ese momento, de la agresión a Siria e Irak y los acuerdos nucleares entre Irán y el denominado G5+1 cuyo resultado positivo permitiría cambiar la formación de fuerzas en Oriente Medio. Los hechos de París se pusieron, nuevamente en el tapete, la necesidad de comprender de qué se habla cuando nombres como fundamentalismo,

Conocer quién es el responsable tras los que aprietan el gatillo y quiénes están detrás de acciones desestabilizadoras como las de París, son elementos que suelen encontrarse decisiones de grupos de inteligencia con objetivos determinados por círculos de poder más allá de la mirada inicial de los que condenan crímenes, léase: el Mossad israelí, la CIA estadounidense, la General Intelligence Directorate, también conocido como Istakhbarat saudí. La francesa Direction générale de la sécurité extérieure y el MI5 inglés. Diferencias que van por el lado del enfoque ante los actos que se nos presentan.

Así como la misiva de enero del año 2015, tras los sucesos de París y la muerte de una docena de personas en los ataques al semanario Charlie Hebdo, fue calificada como un documento oportuno y valioso frente al desarrollo del terror takfirí, la segunda carta del Ayatolá Seyed Ali Jamenei está descrita como “franca y sin rodeos sobre los responsables del actual estado del terror que vive el mundo” y con ese detalle su conocimiento adquiere una relevancia especial, sobre todo viniendo de una nación que ha sido capaz de enfrentar las presiones de esas potencias, valedoras del terrorismo, que por un lado dicen combatir y por el otro los utilizan, con toda la carga de muertes y destrucción que esa conducta significa. Para Jamenei “es cierto que hoy en día el terrorismo es un dolor común para nosotros y también para ustedes,

 

Esas diferencias son claramente explícitas por el líder religioso al afirmar que “la primera de ella es que el mundo islámico ha sido víctima de la violencia en una escalada más amplia y por mucho tiempo. La segunda diferencia es que, desafortunadamente, dicha violencia ha sido apoyada por los poderes mundiales de diferentes maneras y muy efectivas. Hoy en día, casi todos conocen el papel que desempeñó Estados Unidos en la creación y el fortalecimiento de los grupos terroristas como Al-Qaeda, los talibanes y sus consecuencias nefastas. Junto con este apoyo directo, los conocidos patrocinadores del terrorismo takfirí, además de estar al frente de los sistemas políticos más atrasados, siempre han sido considerados los aliados de los occidentales. Esto tiene lugar mientras, las ideas progresistas y claras surgidas de la democracia activa en la región han sido reprimidas cruelmente. El doble rasero del Occidente ante los movimientos del Despertar en el mundo islámico es un ejemplo claro de la contradicción en las políticas occidentales”.

A diferencia de otras personalidades del mundo, que han olvidado sistemáticamente y desvergonzadamente al pueblo palestino y su lucha por su autodeterminación y la propia sobrevivencia, ante 70 años de agresiones y una política de genocidio implementada por la entidad sionista, Seyed Ali Jamenei afirma que el doble rasero de occidente se expresa “en el apoyo del terrorismo del Estado del régimen de Israel. El oprimido pueblo palestino es víctima de la peor forma de terrorismo desde hace más de sesenta años. Si los europeos, durante los últimos días, se refugian en sus casas y evitan ir a los lugares públicos de sus ciudades, pues una familia palestina, hace más de una década que no se siente segura incluso ni en su casa debido a la máquina de destrucción y la matanza que es el régimen israelí

Como constatación de esa violencia cotidiana, que por crónica parece estar interesadamente olvidada, Jamenei nos amplia esa idea del terrorismo sionista “Hoy en día, ¿Qué tipo de violencia, desde el aspecto de la gravedad de las atrocidades, es comparable con la construcción de los asentamientos israelies? Este régimen usurpador, sin ser condenado seriamente, por parte de sus aliados o las organizaciones internacionales aparentemente independientes, destruye cada día las viviendas y granjas pertenecientes a los palestinos, e incluso no les da la oportunidad para evacuar sus casas o cosechar sus cultivos, y todo esto ocurre ante los ojos espeluznantes y llenos de lágrimas de las mujeres y los niños, que además son testigos de agresiones contra los miembros de sus familias… ¿Acaso en el mundo de hoy, ¿Conocen otro tipo de atrocidad de este tamaño y duración?…¿Acaso esta barbarie llevó un cabo por la fuerza militar de un sistema ocupado, no debe ser considerado extremismo? ¿O tal vez, debido a que dichas imágenes han sido emitidas por las televisiones durante los últimos sesenta años, no deben estimular nuestra conciencia?”

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