Las Causas Que No Se Dicen de la Crisis Alimentaria en América Latina

Segundopaso - La crisis sanitaria permanece vigente y América Latina y el Caribe según informe de la CEPAL como la región más vulnerable del mundo después de la pandemia, ya que la crisis de salud agudizó una crisis social ya existente, llevando la tasa de pobreza extrema en América Latina del 13,1% de la población en 2020 al 13,8% en 2021, un retroceso de casi 30 años, informó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe. Esto significa que la cantidad de personas en pobreza extrema habría pasado de 81 a 86 millones.

La crisis también ha puesto en evidencia la vulnerabilidad en que vive buena parte de la población en los estratos de ingresos medios, por la baja de protección social en el 2021. Según el informe, la región experimentó una notoria regresión en su lucha contra la pobreza en 2020 por causa de la pandemia. Tanto la pobreza como la pobreza extrema aumentaron por sexto año consecutivo.

A junio de 2022, numerosos países se enfrentan a crecientes niveles de inseguridad alimentaria, Incluso antes de que la COVID-19 redujera los ingresos e interrumpiera las cadenas de suministro, el hambre crónica y el hambre aguda estaban aumentando por diversos factores, como los conflictos, las condiciones socioeconómicas, los peligros naturales, el cambio climático y las plagas. El impacto del conflicto de Rusia con Ucrania añade riesgos a la seguridad alimentaria global y podría empujar a millones de personas más hacia la inseguridad alimentaria aguda

Este es lenguaje de la burocracia internacional de Naciones Unidas como CEPAL, que como tal proporciona datos útiles sobre una serie de problemas sociales en Latinoamérica, pero fracasa a la hora de proporcionar, en determinadas situaciones, una correlación entre las configuraciones de poder internacional y sus políticas y las regresivas consecuencias sociales, debe recordarse también la crisis social en Latinoamérica nace y crece a raíz de la colonización y se agudiza con la imposición de sistemas de explotación como el capitalismo y el neoliberalismo que provocan grandes brechas y polarización económica y no se justifica únicamente por pandemia o conflictos bélicos, sino por las relaciones internacionales que marcan situaciones de lucha por la hegemonía y el poder de Estados Unidos.

Deuda Social: El término "deuda social" se refiere a la regresión social a gran escala y largo plazo sufrida por la inmensa mayoría de los pueblos latinoamericanos. La "deuda social" presupone que alguien debe compensar a quienes hayan sufrido pérdidas en el proceso de expansión global capitalista. Debe notarse también que los índices y medidas utilizados, por ejemplo, los de CEPAL y el Banco Mundial, son inadecuados y subestiman profundamente los niveles de pobreza, los estándares de vida y otras dimensiones de las condiciones sociales.       

No se mencionan las verdaderas causas de la crisis… la pobreza masiva ha aumentado por toda Latinoamérica; los aumentos sustanciales en la misma se han hecho evidentes desde México a Argentina, especialmente en Nicaragua, Haití y Colombia, que han contemplado y contemplan una presencia militar y paramilitar estadounidense importante. Tampoco se menciona que los estándares de vida para la gran mayoría (incluidos los servicios educativos y sanitarios) han descendido como resultado de las privatizaciones, de los pagos de la deuda externa y de las políticas de libre comercio. Los niveles de vida en retroceso y la pobreza masiva son causa y consecuencia de la concentración y centralización de la riqueza y del capital en un número pequeño de bancos extranjeros y nacionales. Las desigualdades han alcanzado niveles sin precedentes mientras que el capital y los productos del exterior dominan los mercados y economía locales y, al igual que las decisiones económicas políticas, se concentran en manos de los regímenes políticos clientelistas.

Los presupuestos de sanidad y educación se recortan mientras se abren nuevos "sectores servicios" a la inversión exterior. La causa de la regresión social (que nunca es mencionada ni por la CEPAL ni por el Banco Mundial en ninguno de sus escritos sobre pobreza o "pobreza extrema") es el imperialismo y las políticas neoliberales defendidas por las agencias internacionales que han disparado las cifras de desempleo y subempleo y polarizado al extremo la estructura de clases.

El imperialismo juega un papel importante a la hora de crear, extender, profundizar y reproducir la regresión social mediante varios mecanismos y políticas. El mecanismo más importante de explotación imperialista es la absorción de puestos políticos estratégicos y de sectores económicos. Los colaboradores latinoamericanos formados en el imperio, vinculados al Banco Mundial, al Fondo Monetario Internacional y a Wall Street, formulan políticas "macroeconómicas", monetarias y de rentas a través de sus puestos en los Ministerios de Economía y Hacienda y en los Bancos Centrales. Estas elites de poder proimperial firman acuerdos "incondicionales" con el FMI y el Banco Mundial que profundizan las privatizaciones y los monopolios privados.

El resultado supone estancamiento económico, desempleo creciente, niveles de vida en descenso y un incremento de la pobreza - es decir, la "deuda social" es un resultado de profundas relaciones estructurales que son reproducidas por los regímenes contemporáneos que representan a bloques dominantes.

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Alternativa: Apoyo entre los pueblos

Debemos recordar que la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), destacó la ampliación y consolidación del mecanismo de integración y surgió como respuesta a las pretensiones de Estados Unidos de convertir a la región en una fuente de recursos naturales con mano de obra barata y el control de las vías de comercio internacional. Así lo expresó Sacha Llorenti, secretario ejecutivo de la ALBA-TCP destacó la importancia de una ampliación y consolidación de este mecanismo de integración.

Durante su participación en el programa Análisis Situacional de la mencionada organización, realizado últimamente en Caracas hizo hincapié en los innumerables logros alcanzados en el ámbito social mediante los convenios de cooperación en materia de educación y salud entre los países de la Alianza. Subrayó la respuesta coordinada contra la pandemia de la Covid-19, incluida la creación de un fondo humanitario destinado a la compra de vacunas y a la activación de un puente aéreo para el transporte de medicamentos e insumos.

El Movimiento ALBA es un modelo alternativo de integración que promueve varios principios básicos favorables para sus estados miembros: a) complementariedad económica: una división de la producción basada en beneficios recíprocos; b) extensión y profundización de los mercados domésticos en condiciones relativamente iguales de posiciones competitivas; c) incremento del consumo y producción de bienes de consumo de masas que favorezcan la mejora de los niveles de vida; d) defensa colectiva contra imposiciones estadounidenses y condiciones adversas con socios comerciales latinoamericanos; e) formación de un bloque poderoso negociador a fin de reducir, renegociar, rechazar o investigar la deuda exterior ante los bancos acreedores; f) ALBA crea el marco inicial para la creación de un futuro Estados Unidos de Latinoamérica - la realización de la visión original bolivariana, y g) crea un bloque regional capaz de negociar sobre una base de mayor igualdad con otros bloques regionales.

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