En este certamen destacan siete latinoamericanos de diversas áreas sin importar en sí mismo el mensaje, accionar o la imagen que transmita. Es decir, lo importante es que tengan un rango de popularidad y den una idea de 'feliz democracia' donde todos pueden participar y cualquiera puede ganar.
Si bien es un "reconocimiento público" a diversas personalidades por sus éxitos, logros o talentos, este evento se traduce en un show característico de la cultura estadounidense, al estilo circense, donde se mezclan los valores y los anti valores en un mismo saco. Aquí la noticia:
Los siete latinos más influyentes del año para la revista Time
Un cantante, un youtuber, una indígena, un colectivo y hasta un polémico presidente de la región escalaron alto en la lista de las 100 personas más influyentes del mundo del año 2020. La revista Time elabora este prestigioso ránking desde hace casi 20 años y considera que crea una “comunidad de cientos de líderes a lo largo de los años y por todo el mundo”.
En total, tres mujeres, tres hombres y un colectivo feminista fueron reconocidos este año por la revista estadounidense. El presidente Jair Bolsonaro, el cantante colombiano J Balvin, el youtuber brasileño Felipe Melo, la líder indígena ecuatoriana Nemonte Nenquimo, la activista mexicana Arussi Unda, su coterránea Gabriela Cámara (chef) y el colectivo chileno LasTesis fueron los elegidos."
Si bien cada personaje pertenece a determinada categoría, finalmente se diluyen sus perfiles en simple especularidad.
¿Qué nos transmite esta publicación? Presentar en el mismo plano discursos y contextos diferentes para dar la idea de apertura y contemporaneidad, aunque algunos sean diametralmente opuestos, Aparentemente destaca su incidencia social, sino que finalmente se nota el juego de intereses con la hipervaloración del feminismo radical, la informalidad política, la promoción de actores que fortalecen las fantasías juveniles de la fama, dinero y amor… con la honrosa excepción de una auténtica líderesa indígena, no solo defensora de la Amazonía ecuatoriana sino de la vida. Pero qué tal vez pase como una figura decorativa y folclórica (por ser mujer y por ser indígena) y suavizar el tinte de los vacíos criterios de selección de personalidades.
De esta manera vemos que la defensa de la selva y el activismo ambiental está en el mismo rango el reguetón. Que el accionar político desastroso e irresponsable de Bolsonaro está al mismo nivel que un colectivo de lucha antirracial.
Así el presidente Bolsonaro, que su gestión se reduce a descuido y negligencia ante una emergencia sanitaria, caos social y apatía ecológica es igual a su oponente, el crítico youtuber, quien aparece como un 'defensor de los derechos humanos' aunque su imagen de actor y comediante no le da la seriedad del caso. Por lo tanto, encajan muy bien en el guion de una obra tragi cómica, que distraigan a la gente.
Es lamentable que estos certámenes de entretenimiento promuevan falsos valores que solo defienden sus propios intereses comerciales y económicos. Además de promover la confusión y el verdadero oscurantismo.
¿Por qué no pensar en personajes ejemplares, luchadores sociales, líderes espirituales, quienes tienen una verdadera influencia positiva en la vida de las personas?
¿Por qué no seguir a verdaderos héroes de quienes aprendamos algo edificante?
Fátima Torres
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