Una de las creencias común entre todas las religiones divinas es el surgimiento de un salvador y guía que vendrá al final de los tiempos y con su llegada llenará el mundo de justicia y equidad.
Entre los libros del Antiguo Testamento en el libro de Daniel, escrito después del cautiverio de los judíos en Babilonia se menciona al salvador del final de los tiempos.
Según los Evangelios, Jesús anunció la aparición repentina del Hijo del Hombre, su regreso al final del mundo, el establecimiento de la justicia en esa época y la certeza de un gobierno equitativo. En la Biblia el “Hijo del Hombre” es una expresión dada al “Salvador Universal”.
En lo registrado en el Antiguo y Nuevo Testamento (en el intervalo entre el libro de Daniel y el tiempo de la compilación de los Evangelios tal y como en Enoc 46:1-3), habla de un salvador que debe venir al final de los tiempos. Este salvador es llamado con diversos nombres tales como «el Mesías», «el Elegido», «el Abstinente», «el Hijo del Hombre» y «Hombre».
En el zoroastrismo en uno de Los Gathas (Yasna 43 art. 3) se habla de un hombre que vendrá en el futuro y «…encuentra el camino de la salvación». En Los Gathas varias veces se repite el vocablo “Avesta” que significa ‘beneficioso’, que en la literatura zoroástrica antigua se presentó como Sušiyanes y fue considerado como el salvador final del zoroastrismo. En otra parte también en la literatura zoroástrica se mostró a Sušiyanes como el último salvador del zoroastrismo.
Muhammad ibn Husain (la Paz sea con él), nacido en el año 255 de la hégira lunar, conocido con nombres tales como Imam Mahdi, Imam de la Época, Huyyat ibn al-Hasan, es el doceavo y último Imam de los musulmanes y el período de su imamato inició después del martirio del Imam Hasan Askari (la Paz sea con él) en el año 260 de la hégira lunar y continuará hasta después de su surgimiento hasta el final de los tiempos. Según lo que los musulmanes sostienen, él es el “Mahdi Prometido” que surgirá después de un largo tiempo de ocultación.
En base a las fuentes islámicas, el gobierno abasí durante el Imamato del Imam Hasan Askari (P) buscaba encontrar a “Mahdi” hijo y sucesor del Imam, siendo ésta la causa por la que el día del nacimiento de este honorable Imam fue ocultado y excepto a seguidores especiales del onceavo Imam nadie más recibió la noticia. Después del martirio del Imam Askari (P) muchos empezaron a dudar. En esta situación, las instrucciones del Imam de la Época, que llegaban al pueblo a través de sus representantes especiales, llevaron al restablecimiento de la religión.
El Imam Mahdi, después del martirio de su padre se mantuvo oculto (ocultación menor); tiempo durante el cual mantuvo relaciones con sus seguidores a través de sus cuatro representantes especiales. Al iniciar la ocultación mayor (329 de la hégira lunar), llegó a su fin la comunicación de la gente con el Imam de la Época (que Dios apresure su aparición) a través de los representantes especiales.
Según lo que los musulmanes sostienen, Mahdi (que Dios apresure su aparición) está vivo y lo estará hasta el día que reaparezca acompañado por el Profeta Jesús (la Paz sea con él). Los eruditos islámicos han proporcionado explicaciones sobre las razones y los detalles de la longevidad del Imam Mahdi.
Según la creencia de los musulmanes, Huyyat ibn al-Hasan (que Dios apresure su aparición) surgirá al final de los tiempos y establecerá un gobierno mundial acompañado de sus seguidores, y al mundo colmado de tiranía y opresión lo llenará de justicia y equidad.
En las narraciones islámicas, se recomienda acentuadamente a los musulmanes que estén a la expectativa, los musulmanes consideran esta narración bajo el significado de estar a la espera del surgimiento del Imam de la Época.
Los libros de interpretación, basados en las narraciones de los Infalibles (P), han atribuido algunos de los versículos del Sagrado Corán al Imam de la Época. Se han transmitido innumerables narraciones de los Infalibles respecto al Imam de la Época, su vida, ocultación y gobierno, e innumerables libros de narraciones han sido escritos con el propósito de transmitir estas narraciones. Además de los libros de narraciones, también se han realizado muchos análisis respecto al Imam de la Época.
Se han transmitido muchas oraciones y súplicas para poder comunicarse con el Imam de la Época durante el tiempo de su ocultación; tales como la “Súplica de Ahd” o promesa, la “Súplica Nudbah”, la “Salutación de Ale Yasin” y la oración del Imam de la Época.
En base a algunas narraciones, es posible visitar al Imam de la Época durante el período de su ocultación y algunos sabios en sus obras han relatado sucesos de las entrevistas que mantuvieron algunas personas con el Imam de la Época.
Muchos sitios en diversos lugares han sido atribuidos al Imam de la Época; como por ejemplo “Sardab al-Ghaybt” o el sótano donde se ocultó en Samarra, la “Mezquita al-Sahlah” en Kufa y la “Mezquita Yamkaran” en Qom.
