publicado el: 25 enero 2021 - 19:26
Poesía Afrocaribeña para El Mundo

Audioteca Segundopaso - A lo largo de la historia grandes escritores y poetas de la diáspora africana dejaron un legado al mundo hoy conoceremos brevemente algunos de los miles de poemas que nos van dejando huella en el corazón.

El Caribe fue escenario desde el siglo XVI de fuertes enfrentamientos entre piratas y soldados de los reinos europeos, y a través del tiempo fue poblándose sus tierras con esclavos negros que llegaron obligados a trabajar la tierra.

La gran mayoría, compuesta por negros y mulatos, construyeron sus propias historias en el batallar diario, muchas veces como un acto desesperado, manifestaban en sus cantos, bailes y poesías de dolor y explotación. La poesía negra floreció en Cuba, en Puerto Rico, en Haití, en Guadalpue, Martinica, Jamaica y en cada isla por donde el machete de la plantación se había convertido en el amo, sus ansias de un mundo mejor se expresaban a través de la música y la poesía. (Mu-Kien, 2012)

Nacieron muchos poetas, quienes con su alma sensible, hicieron y sintieron como suyos el dolor de estos hombres y mujeres marginados de todo.

NICOLAS GUILLEN

Considerado el principal representante de la poesía negra, afrocubana o -como él prefería llamarla «mulata», Guillén es también ejemplo paradigmático del viraje hacia la rehumanización y el compromiso que caracteriza el proceso poético del periodo post vanguardista. Poeta Nacional de Cuba, agudo periodista y destacado activista político, su figura y su obra, marcadas siempre por la implicación en el contexto social de su país, transcienden no obstante esa circunstancia para convertirse en referencias imprescindibles de la poesía latinoamericana contemporánea.

Un son para niños antillanos

Por el Mar de las Antillas
anda un barco de papel:
Anda y anda el barco barco,
sin timonel.

De La Habana a Portobelo,
de Jamaica a Trinidad,
anda y anda el barco barco
sin capitán.

Una negra va en la popa,
va en la proa un español:
Anda y anda el barco barco,
con ellos dos.

Pasan islas, islas, islas,
muchas islas, siempre más;
anda y anda el barco barco,
sin descansar.

Un cañón de chocolate
contra el barco disparó,
y un cañón de azúcar, azúcar,
le contestó.
¡Ay, mi barco marinero,
con su casco de papel!
¡Ay, mi barco negro y blanco
sin timonel!

Allá va la negra negra,
junto junto al español;
anda y anda el barco barco
con ellos dos.

Hoy en día existe un movimiento compuesto mayoritariamente por mujeres en el que se conjugan las reivindicaciones feministas y étnicas. En Centroamérica, las mujeres poetas estuvieron en franco ascenso productivo a partir de 1970. Luego, a partir los primeros años ochenta, el feminismo influye en la producción de este sector, con fuertes acentos reivindicativos. En las décadas siguientes, la poesía va en una doble dirección: los derechos y dignidades de sus etnias de origen y sus derechos y percepciones femeninas, todo ello mediante una poética conversacional, que asume la lengua diaria, sea en un castellano con aportes de las lenguas originarias, sea en los idiomas maternos u otras, como el inglés, debido al exilio que fueron empujadas sus comunidades. (Zavala, 2007).

SHIRLEY CAMPBELL BARR

Descendiente de jamaicanos, nació en Costa Rica. Estudió Dramaturgia, Literatura y Creación Literaria en el Conservatorio de Castella. Ha trabajado activamente en programas culturales y sociales, organizando talleres de creación literaria en varios países (Costa Rica, El Salvador, Honduras). Es Antropóloga especializada en feminismo africano y cooperación internacional. Ha publicado decenas de poemas y artículos en revistas, antologías y periódicos en diversos países. Sus trabajos han sido traducidos al inglés, al francés y al portugués. Activista del movimiento afrodescendiente en América Latina, participa en foros, lecturas poéticas y conferencias promoviendo la participación de las comunidades afrodescendientes y contribuyendo a los procesos de movilización y concienciación del pueblo afro.

La poesía de Shirley indaga también la cuestión de la búsqueda y proclamación de la identidad, de los referentes culturales de la diáspora africana particularmente en la música y denuncian situaciones de injusticia social. La voz poética de Shirley Campbell insiste en la aceptación y el orgullo de ser negra. Subraya la complejidad de la construcción de una identidad propia en un país en el que el negro es minoría.

Rotundamente Negra

Me niego rotundamente

a negar mi voz

mi sangre y mi piel

y me niego rotundamente

a dejar de ser yo

a dejar de sentirme bien

cuando miro mi rostro en el espejo

con mi boca

rotundamente grande

y mi nariz

rotundamente hermosa

y mis dientes

rotundamente blancos

y mi piel

valientemente negra.

Y me niego categóricamente

a dejar de hablar

mi lengua, mi acento y mi historia

y me niego absolutamente

a ser de los que se callan

de los que temen

de los que lloran

porque

me acepto

rotundamente libre

rotundamente negra

rotundamente hermosa.

Las huellas de la esclavitud aún están presentes en cada uno de los versos de dolor que expresan sentimientos de desarraigo, de opresión y cautiverio; la poesía afro caribeña ha contribuido a deconstruir progresivamente el imaginario de naciones predominantemente blancas que restablecen verdades históricas, y la memoria simbólica de la africanidad en diáspora. Así como también sus penas, luchas y la reivindicación de derechos.

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