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Estados Unidos, Un Pais Decadente (Parte IV)

Segundopaso – Lo reciente 31 – En este articulo hablaremos sobre como la sociedad americana a caído en las garras del alcohol y de las drogas, siendo que hoy por hoy el llamado Sueño Americano ha terminado y el gobierno americano es el causante de esta decadencia en la cual esta sumida su pueblo.

DELINCUENCIA, DROGAS Y ALCOHOLISMO

Muchos sociólogos y analistas han expresado ya desde hace algunos años atrás, que “el sueño americano” ha concluido. La crisis provocada por la pandemia fue solamente el detonante de las desigualdades sociales y problemas laborales del ciudadano común estadounidense, agravándose la situación con migrantes latinos y otras nacionalidades minoritarias. Este escenario revela el grave proceso de deshumanización que es la suma de varios factores que generan una crisis económica, moral y estructural del sistema social, quebrantado por el exceso y descarríos del materialismo y del consumismo. Un ejemplo claro es el alto índice de consumo de drogas y alcohol que van ligados a actividades ilícitas y delincuenciales siendo el reflejo de la soledad y vacíos existenciales de la sociedad capitalista.

Estados Unidos registró en el 2019 por lo menos 70.980 muertes por sobredosis de drogas, esto representa un aumento del 4,5 % con respecto al 2018, lo que establece una nueva marca negativa; lo que es un récord histórico y marca una tendencia al alza en el país que lidera el consumo de sustancias ilegales a nivel mundial. El Centro Nacional para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) dio a conocer los datos actualizados que confirman la crisis de salud provocada por el abuso de drogas que va en aumento, a pesar de los miles de millones invertidos en la llamada “guerra contra el narcotráfico”.

De acuerdo con estos datos, cada día mueren 194 personas por sobredosis de opioides sintéticos recetados, heroína, narcóticos, cocaína, psicoestimulantes con abuso potencial (como las metanfetaminas) y finalmente benzodiacepinas y antidepresivos. Si se hace una comparación más extendida en el tiempo, resulta que en solo una década las muertes prácticamente se duplicaron, ya que en 2010 hubo 38.329.

Los opioides, muchos de los cuales son recetados legalmente y provocan altos grados de adicción, generaron la muerte de más de 50.000 personas, lo que representa el 70 % del total, en tanto que el abuso de la cocaína, cuyo consumo está en aumento, causó alrededor de 15.000 fallecimientos, es decir, el 20 %. En 1999 se habían registrado 3.822 muertes relacionadas con la cocaína, lo que significa que en solo dos décadas el número de víctimas fatales se cuadruplicó.

Pero los datos sobre consumo de bebidas alcohólicas son más alarmantes. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, más de 88,000 estadounidenses mueren cada año como resultado del consumo excesivo de alcohol, una cifra más alta que las muertes relacionadas con los opioides, observadas en una epidemia de sobredosis de drogas. Los investigadores del Instituto Nacional sobre Abuso de Alcohol y Alcoholismo publicaron un cálculo diferente de las muertes relacionadas con el alcohol. Se encontró que de casi 90.000 personas que mueren por consumo de alcohol cada año, más de la mitad (50.000), mueren a causa de lesiones y sobredosis asociados a un alto nivel de alcohol en la sangre. El reporte encontró que era común el consumo de bebidas alcohólicas junto a otras drogas, lo cual puede aumentar el riesgo de sufrir una sobredosis y morir.

Estos excesos supusieron un coste de 249.000 millones en 2010, según los últimos datos de los CDC. La mayoría de estos costos se debieron a una menor productividad laboral, con 179.000 millones; el costo del cuidado de salud, con 28.000 millones; delincuencia con 25.000 millones, y accidentes de tránsito, con 13.000 millones de dólares, además de constituirse en un problema de salud pública. Los Estados Unidos de Norteamérica tiene un alto grado de inseguridad que crece cada día debido a la delincuencia callejera y crímenes violentos principalmente los relacionados con el tema racial.

El sistema penitenciario actual de los Estados Unidos, no se compara con ningún otro en relación con la cantidad de prisioneros, por lo que es algo irónico que se está hablando de un país, que se jacta de ser “democrático” sin embargo, nunca antes, en la historia de la humanidad, una nación supuestamente libre ha negado la libertad básica a tantos de sus ciudadanos. En diciembre de 2006 había aproximadamente 2,25 millones de presos en los casi 5.000 centros penitenciarios y cárceles urbanas y rurales en ese país. Según un informe de 2005 del Centro Internacional de Estudios Penitenciarios de Londres, los Estados Unidos- que constituyen la veinteava parte de la población mundial -albergan a la cuarta parte de los presos del mundo. La tasa de encarcelamiento ahora asciende a 714 presos por cada 100.000 habitantes.

Un tercio de los reclusos de las cárceles estatales son delincuentes violentos, condenados por homicidio, violación o robo; pero los otros dos tercios son fundamentalmente personas que han cometido delitos contra la propiedad y relacionados con las drogas. Existe una desproporción en el estrato social de los presos, que provienen de los sectores más desfavorecidos de la sociedad. Los reclusos de las prisiones estatales tienen, como promedio, menos de 11 años de estudios.

En estas circunstancias cómo podría hablarse de un “sueño americano”, si las grandes masas de migrantes están destinadas al engaño, la explotación laboral y otros delitos más graves; utilizados como mano de obra barata y en muchos casos son víctimas del tráfico humano.

Qué ejemplo puede dar este país a las naciones latinoamericanas, sino malos hábitos, hechos fraudulentos y violencia organizada, que la reproducen diariamente en series y películas de cine como un peligroso entretenimiento para hoy y nuestras futuras generaciones

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