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Imam Ali (P)

El Imam Ali (P) el Grande entre los Grandes, es la única persona que ni en oriente ni en occidente, ni en el pasado ni en la actualidad se ha visto a alguien parecido”.

El primer Imam de los musulmanes, el Imam Ali (P), nació el 13 de Rayab en el año 30 del año del elefante. Fue el primo y yerno del Santo Profeta (P), esposo de la Dama Fátima Zahra (P), padre y abuelo de otros once Imames musulmanes. Su padre fue Abu Talib y su madre Fátima binti Assad. Según los historiadores, nació dentro de la Kaaba y fue el primer hombre en creer en la palabra del Profeta Muhammad (PB). Según los musulmanes, Ali (P) es el sucesor inmediato del Mensajero Divino (P) por mandato de Dios y la especificación del Profeta (P).

En el mundo islámico, después del Santo Profeta (P), nadie está en el mismo nivel y posición que el Imam Ali (P); a tal punto que en el Corán, según la narración de Mubahila, al Imam Ali (P) se le interpreta como parte del mismo Profeta (P).

Las virtudes que se han expresado en la historia sobre el Imam Ali (P) van más allá de un breve texto. El Profeta Muhammad (P) lo eligió como su sucesor según la narración del hadiz “Yawm Al Dar”. Cuando Quraysh tenía la intención de matar al Enviado de Dios (P), el Imam Ali (P) durmió en la cama del Profeta (P) para que este pudiera emigrar en secreto a Medina. El Profeta Muhammad (P) dio a conocer su hermandad con él.

Según fuentes islámicas, unos 300 versículos del Sagrado Corán tratan de sus virtudes, como el versículo de Mubahila, el versículo de la purificación, y algunos otros vehículos que indican su infalibilidad.

El valor y la justicia son los atributos más famosos del Príncipe de los Creyentes. En cierto modo, su personalidad y estilo de vida se consideran un modelo y símbolo de justicia y caballerosidad para muchos musulmanes y no musulmanes. Eran tan justo que evitó encender la lámpara perteneciente al pueblo para su uso personal. Era conocido por su valentía y lo llamaban el “León de Dios”. Se esforzaba en los asuntos diarios de su vida y la sociedad, también era único en su adoración, piedad y recuerdo de Dios. Las súplicas narradas por él, como la súplica de la Mezquita de Kufa, la súplica de Kumail, la súplica de Sabah, etc., muestran el ardor y la espiritualidad de sus palabras que dan vida a las almas amantes de Dios.

El Imam Ali (P) en el campo de batalla y en defensa de la humanidad fue un gran espadachín y siempre avanzó con paso firme. Su forma de hablar era clara y elocuente con una mirada penetrante y compartiendo significados profundos. Nahj al-Balaghah, que es una colección de sus discursos, es un brillante ejemplo de elocuencia, retórica y un rico sistema epistemológico, hasta el punto que algunos han considerado su palabra por abajo de la del Creador y por encima de las criaturas.

En el décimo año de la hégira, el Profeta del Islam (P) realizó su último viaje del Hayy, ahí el Arcángel Gabriel descendió en un lugar llamado Gadir Jum revelando un versículo del Corán, que sería un mandato divino. El Profeta Muhammad (P) reunió a la gente que lo acompañaba y dictó un sermón muy importante que se conoce como el Sermón de Gadir. En ese instante, tomó el brazo de Alí (P) levantándolo y exclamó: “Aquél de quien yo fuera su Señor (Maula) Alí también es su Señor. ¡Dios mío! Ama a quien lo ame, sé enemigo de su enemigo y amigo de su amigo. Quien sea que yo sea su maestro, Ali también es su maestro, Dios ama al que lo ama y hace de su enemigo su enemigo”. Después de eso, algunos compañeros felicitaron al Imam Ali (P) y se dirigieron a él con el título de Príncipe de los Creyentes. Según algunos comentaristas del Corán, el versículo de “Hoy he completado vuestra religión…” se reveló el mismo día.

Durante los 25 años del gobierno de los tres primeros califas, el Imam Ali (P) estuvo lejos de los asuntos políticos y gubernamentales y se dedicó únicamente a los servicios científicos y sociales. Estos incluyen juntar todo el Corán, conocido como el Mushaf del Imam Ali (P), dar limosna a los pobres, comprar alrededor de mil esclavos y liberarlos, cultivar, excavar acueductos, construir mezquitas y donar lugares y propiedades con una renta anual de hasta 40.000 dinares. Los califas de esa época también consultaron varias veces con él sobre diversos asuntos gubernamentales.

El Imam Ali (P) fue muy serio, preciso y justo no solo en el cumplimiento de las órdenes religiosas, sino también en la forma correcta de gobernar. A tal medida que en los asuntos administrativos del pueblo no había diferencia entre él mismo, su familia, amigos cercanos y otros ciudadanos. En su carta a Malik Ashtar, cuando lo envió a gobernar a la ciudad de Ray, le ordenó que tratara a la gente con justicia, equidad y bondad, porque estas personas son sus hermanos de fe. La lucha contra las diferencias de clase fue otra característica del Imam Ali (P).

Supervisó de cerca a sus gobernadores en todo el territorio islámico y reprendió severamente y despidió a aquellos que se asociaban con los ricos y desconocían la difícil situación de los desfavorecidos. Fue como un padre amable con todas las personas, sobre todo con los huérfanos y un gran apoyo para los oprimidos, tanto es así que cuando se enteró de que en una de las ciudades fronterizas el enemigo había arrancado una tobillera del pie de una mujer judía, se entristeció profundamente y dijo que no culparía a un musulmán si moría de tristeza ante esta noticia. Para el Imam Ali (P), la moralidad y los valores eran más importantes que la religión de la gente.

Durante el breve período del gobierno del Imam Ali (P), se produjeron tres fuertes guerras civiles, entre ellas la batalla del camello, Siffin y Nahriwan. El Imam Ali (P) fue finalmente martirizado mientras rezaba en la mezquita de Kufa por un jariyita llamado Ibn Muljam Moradi y enterrado en secreto en Nayaf.

Muchas ciencias islámicas, incluida la gramática árabe, teología, jurisprudencia e interpretación coránica se han atribuido al Imam Ali (P). Ali hijo de Abi Talib siempre tuvo un estatus especial entre los musulmanes y, después del Enviado de Dios (P), fue la mejor y más piadosa persona, un hombre informado y el legítimo sucesor del Profeta Muhammad (P).  Por esta razón, un grupo de compañeros de esa época son considerados seguidores y amigos de Ali (P), es decir, chiitas. El famoso libro de Nahj al-Balaghah es una selección de sermones y discursos del Imam Ali (P). También se le han atribuido varias obras dictadas directamente por el Mensajero de Dios (P). Varias de sus obras se han traducido a diferentes idiomas.

En un mundo nuevo en el que, por un lado, la crisis por falta de espiritualidad amenaza la vida individual de los seres humanos y por otro, la tiranía y los sistemas económicos y políticos opresivos y discriminatorios ignoran la dignidad moral de muchos seres humanos, recordar las palabras del Imam Ali (P) puede ser una forma clara y bendita para el crecimiento personal y social.

El ser humano moderno más que nunca necesita abrir un libro como Nahj al-Balaghah y refugiarse en sus enseñanzas. Las enseñanzas de las cuales el orador conoce bien los sufrimientos, dolores y preocupaciones más profundos del ser humano y tiene remedios curativos para las enfermedades espirituales.

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