Abu Talib, hijo de Abdul Muttalib, era el tío del Profeta del Islam (P), el padre del Imam Ali (P) y el mayor apoyo del Profeta (P) y la religión del Islam al inicio de la misión profética (Bi’isat). La historia de su vida está llena de un orgullo, un altruismo y una sinceridad únicos.
Además de ser un refugio y una ayuda para los pobres a lo largo de su vida, su sacrificio y perseverancia en la misión del Profeta son considerados la parte más brillante de su vida y es una de las principales figuras del comienzo del Islam.
Tras la muerte de Abd al-Muttalib, Abu Talib aceptó abrir su hogar a Muhammad (la paz sea con él y su familia purificada), que tenía ocho años, y lo apoyó, a lo largo de 42 años hasta su muerte, en el camino del santo propósito del Profeta del Islam, que iba a difundir el monoteísmo y erradicar el politeísmo y la idolatría. Se esforzó mucho y entregó su vida, su propiedad, su posición y su tribu, y lo sacrificó todo por el Profeta.
Lo único que lo infundió tanta fuerza fue el poderío de su fe y su creencia pura en el Profeta del Islam. Siempre ocultaba su fe para defender mejor el Islam y al Profeta Muhammad (la paz sea con él y su familia purificada).
Después del asedio económico de los musulmanes a manos de los líderes de la tribu Quraysh, que duró casi unos tres años, el único apoyo del Profeta, Abu Talib, invitó a todos sus familiares (hijos de Hashim y Matlab) y les ordenó que se trasladaran de La Meca al valle, entre las montañas de La Meca, conocido como Sheébe Abi Talib, que contaba con casas humildes y pocas marquesinas, para mudarse y residirse allí, lejos del entorno de la vida de los idólatras.
Además, para evitar los ataques repentinos de los Quraysh en las tierras altas, asignó a algunas personas la vigilancia, a fin de que les informaran de cualquier cosa e incidente. Por las noches, solía dormir a su hijo, el Imam Ali (P), en el lugar del Profeta, para que el Profeta no sufriera daño alguno si los Quraysh intentaban matarlo.
La defensa y el apoyo de Abu Talib al Profeta, dada su posición entre los Quraysh, preservó el núcleo de los musulmanes y permitió la difusión del Islam.
Ibn Abi al-Hadid (erudito e historiador musulmán) dice: "Si no hubiera sido por Abu Talib, no habría existido el Islam".
Los historiadores han escrito: "Abu Talib, tres años antes de la migración, después de que el Profeta (la paz sea con él y su familia purificada) y sus compañeros abandonaran Sheébe Abi Talib, falleció a la edad de 84 años, mientras su corazón estaba lleno de fe en Dios y el amor por Muhammad (la paz sea con él y su familia purificada). Su muerte dejó un gran vacío en el corazón del Profeta del Islam y los musulmanes, que eran menos de cincuenta personas, porque perdieron al mejor apoyo, un defensor y una persona que se sacrificó en nombre del Islam.
Tras su muerte, el Profeta dijo tristemente que los Quraysh no habían podido molestarle mientras Abu Talib estuvo vivo.
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