El Arrepentimiento en el Mes Bendito de Ramadán

Islamaldia - Los fragantes amaneceres del sagrado mes de Ramadán y sus noches llenas de sabiduría poco a poco están pasando. Con la llegada de la tercera semana de este mes los corazones de los creyentes ansían enormemente adorar a su Creador. Las virtuosas noches del destino abren el camino al cielo desde la tierra e invitan a los creyentes a pedir por el perdón de sus pecados y alcanzar la perfección.

En estos días y noches brillantes, debemos arrepentirnos ante Dios. Bienaventurados los que recogieron las flores del arrepentimiento, el perdón y la misericordia divina del jardín de Ramadán y quitaron las manchas del pecado de su cuerpo y alma.

El ayatolá Jamenei dice sobre las bellezas del arrepentimiento y la bendición en el mes sagrado de Ramadán: "El mes de Ramadán nos ha dado la oportunidad de poder tener una limpieza espiritual. Una limpieza muy valiosa. Las lágrimas purifican el corazón. Todos estos grandes dolores, enfermedades mortales y peligrosas, como son el egoísmo, la arrogancia, los celos, la agresión, la traición, la exageración - estas son nuestras grandes enfermedades - tienen la oportunidad de ser curadas en el mes de Ramadán.  Dios Todopoderoso presta atención y ciertamente ha prestado atención".

El mes de Ramadán es la mejor oportunidad para arrepentirse y volver a Dios, sobre todo en las noches del decreto. No permitamos que estas noches pasen y nos quedemos en la encrucijada de la negligencia y el holgazaneo, arrepentidos de no aprovechar este bendito mes, ciertamente Dios es Misericordioso.

Se dice que un joven de los hijos de Israel adoró a Dios durante veinte años y luego pasó veinte años de su vida desobedeciendo a Dios. Un día vio su cabello blanco en el espejo, recobró el sentido y dijo: ¡Ay de mí que ha llegado la vejez y que la juventud ha quedado atrás! ¡Dios! Te he recordado durante muchos años y me alejé de ti durante algunos más. Ahora, si vuelvo a ti ¿me aceptarás? En ese momento, recibió un llamado de Dios. “¡Oh, hombre! Por un tiempo adoraste y estuve contigo, luego me olvidaste y te dejé solo, pero te di una fecha límite. Ahora, si regresas con tu Creador, ciertamente te recibiré” (Naraghi, Jame 'al-Saadat)

Sobre el arrepentimiento, basta con que Dios Todopoderoso diga: “En verdad, Dios ama a quienes se vuelven a Él arrepentidos" (Sura la vaca, versículo 222). El Santo Profeta (PB) también dijo: "Quien se arrepienta de sus pecados es como quien no ha pecado".

El arrepentimiento significa regresar del mal al bien. Evitar los pecados desde ahora y estar decidido a no cometerlos en el futuro. Cuando una persona se esfuerza por no pecar y compensar sus errores, está en el valle del arrepentimiento. Dios abre sus brazos perdonando a quien se muestre arrepentido y con bondad le concede gracia y simpatía, especialmente si el arrepentido es joven. El Mensajero de Dios (PB) dijo: "Nada es más amado a los ojos de Dios que el joven arrepentido".

Los seres humanos no están libres de la tentación ante los pecados como la crueldad, hablar mal de los demás en su ausencia, la calumnia, la traición, etc. Su alma rebelde lo invita a oponerse a las directrices constructivas de los profetas divinos y a desobedecer a Dios, lo llama a seguir la ira y la lujuria. Hace del mundo un lugar eterno ante sus ojos y hace de los placeres fugaces las cosas más dulces, alejando así al ser humano de la felicidad y la salvación. A veces, cuando una persona se hunde en los pantanos del pecado, de repente se da cuenta del desastre por el que ha pasado en la vida. Se arrepiente y este remordimiento es muy valioso para Dios. Tiene la intención de regresar y reformarse, y qué mejor oportunidad que este mes de Ramadán para este arrepentimiento.

Para los místicos, el arrepentimiento es quitarse las ropas de la crueldad, abandonar el pecado y difundir los medios de la fidelidad.

Todos los seres humanos necesitan el arrepentimiento y el perdón de sus pecados. Pero no se debe olvidar que la intención que proviene de un corazón arrepentido, pecador y ansioso por la misericordia de Dios, trae consigo la liberación. El arrepentimiento y la búsqueda del verdadero perdón es una de las formas de obtener la providencia divina y el cielo. A los ojos de los infalibles, el verdadero arrepentimiento es un retorno en el que una persona se responsabiliza por faltar a los derechos de otros, pedir perdón si lastimó a alguien, realizar las oraciones y ayunos perdidos. La persona arrepentida debe domesticar su alma y adentrarse en el valle de los piadosos para ser querido por Dios.

Una de las cosas que nos anima a arrepentirnos y buscar el perdón es saber que todos nuestros problemas provienen de nuestras propias malas acciones. Sobre esto, el Santo Profeta del islam y los guías divinos aconsejaron buscar el perdón y el arrepentimiento para aliviar diversas calamidades. Incluso el Mensajero de Dios, Muhammad Mustafá (PB), quien fue infalible pedía perdón a Dios. El Profeta dijo: "De hecho, hay una confusión en mi corazón, para quitarlo, pido perdón a Dios setenta veces cada día y noche".

El ayatolá Bahyat, uno de los grandes eruditos del misticismo y la ética, refiriéndose a los versículos del Corán, enfatiza que los eventos y desgracias que ocurren en la vida son el resultado de nuestras propias acciones. Como dice Dios en el versículo 30 de la Sura La consulta: “Y cualquier desgracia que sufráis es consecuencia de lo que vosotros mismos habéis cometido, pero Él perdona mucho”. La verdad es que muchas personas se ahogan en la multitud de sus pecados y no cambian sus caminos, y con esa carga pesada van al Más Allá viendo sus faltas. Pero el arrepentimiento es una oportunidad para volver a la bondad y al camino recto y divino y entrar al Paraíso en el Más Allá.

El Ayatollah Bahyat, a menudo aconsejaba "pedir perdón" a quienes le pedían instrucciones sobre cómo progresar en el camino de Dios y cómo deshacerse de los problemas. Solía ​​decir: "Repite la frase ´Pido perdón a Dios´ tanto como puedas con total fe, sinceridad, adhiriéndote a una verdadera intención". También recordaba esta narración del Mensajero de Dios (PB): "¿Acaso no debería informar sobre tu dolor y cuál es su medicina? Tu dolor son los pecados y tu medicina es el arrepentimiento".

Ahora, el mes de Ramadán ha iluminado el corazón de los creyentes con el ayuno, recuerdo, oración y alabanza a Dios, con la recitación del Corán y muchas otras buenas obras. Es como si el ayunante hubiera renacido durante este mes, especialmente en las noches del decreto donde se arrepiente y vuelve a Dios comenzando un año y vida nueva.

El ayatolá Jamenei, el líder supremo de la Revolución Islámica, dice al respecto: "Uno de los grandes logros del bendito mes de Ramadán es el arrepentimiento y el regreso a Dios Todopoderoso. En la honorable suplica de Abu Hamzah Zomali, podemos leer: «“Llévanos al grado y posición del arrepentimiento para que podamos regresar hacia ti” El pecador es como un joven inocente que huye de la casa de sus padres por ignorancia y luego regresa a sus brazos y encuentra su amor y cariño. Cuando regresamos a la casa de la divina misericordia, Dios Todopoderoso nos acepta con los brazos abiertos. Consideremos este retorno, que ocurre naturalmente para el creyente durante este bendito mes"»

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