El "Estado-Nación" es una figura conceptual geográfico histórica denominada "patria", igualmente cuando engloba "pueblo, territorio y Estado". La acepción moderna de "soberanía" e "integridad territorial" vienen en Occidente de tres acuerdos de paz, dos de ellos firmados en 1648, en la región alemana de Westfalia, y un tercero rubricado el mismo año en Baja Sajonia, conocidos como Acuerdos de Paz de Westfalia, que a su vez lo integran: el primer acuerdo de Münster del 15 de mayo de 1648, entre España y Holanda, poniendo fin a la Guerra de los 80 años; el segundo, entre el Sacro Imperio Romano Germánico y Francia junto a sus aliados; y, el tercero, en Osnabrück, poniendo fin a la Guerra religiosa entre el Imperio Romano Germánico y Suecia con sus aliados protestantes. Los tres fueron signados (validez legal) a su vez en Osnabrück, el 24 de octubre de 1648.
Por medio de ellos, más la participación de la Santa Sede y estados feudales (principados) se reconocía el derecho de cada gobernante a escoger religión (católica-protestante) e integridad territorial dentro de sus fronteras, las que quedaron establecidas después de un arduo proceso de negociación que duró siete años, génesis del concepto moderno de soberanía. Estás confrontaciones y sus resultados marcaron el comienzo del declive del Imperio Español.
El "globalismo" como concepto se refiere a un sistema económico que abarca el planeta, por lo que su comienzo es tema de discusión, siendo su expansión (capitalismo) un derivado del petróleo barato, que hizo rentable el modelo económico actual planetario durante gran parte del siglo 20 y 21.
El globalismo neoliberal y sus matices presentes ve al Estado-Nación como un impedimento para homogenizar la planificación en el orbe terrestre, con la finalidad de mantener los niveles actuales de concentración de capitales, por lo que busca maximizar poder político. El Estado quedaría para reprimir a la población a medida que el colectivo vea reducirse su nivel de vida.
Otra diferencia fundamental es el Estado-Nación como legado espiritual concreto de luchas de independencia y soberanía por sobre el lucro de unas pocas familias, dueñas de una gigantesca parte del complejo industrial y transporte mundial, vacío de contenido humanista. Las empresas estatales de áreas estratégicas como petróleo y oro son la excepción y motivo de conflicto.
Ante el avance del Cambio Climático y el Cenit de Producción Petrolera en cualquier momento a partir de 2030, por agotamiento de yacimientos mundiales de hidrocarburos, elevar a la enésima potencia la cohesión del Estado-Nación venezolano, y su participación en ejercicios de defensa con países que comulgan con los principios de soberanía e igualdad entre las naciones, en la búsqueda de la Unión Latinoamericana y Caribeña, legado espiritual-histórico del Libertador Simón Bolívar y el Comandante Supremo Hugo Chávez, es fundamental.
El papel estelar que juega Venezuela en la generación de conciencia en la lucha contra el Cambio Climático, legado a su vez del Comandante Fidel Castro y el Presidente Hugo Chávez, seguido por el Presidente Nicolás Maduro Moros, igualmente contribuyen a crear una zona de paz y de respeto a la naturaleza en esta parte del planeta Tierra.
Vale recordar que historia y geografía fueron la esencia de la Paz de Westfalia y, por ende, base estructural de los Estado-Nación modernos, y los intentos por eliminar de los pensa de estudio las mismas e intentos de sabotear las fechas patrias, es parte de la estrategia de naciones hegemónicas, a las cuales se les termina aplicando la misma receta para desintegrarlas en el tablero geopolítico mundial.
El Cambio Climático y el Cenit de Producción Petrolera - el primero, con impactos actuales a lo largo del planeta y, el segundo, causa profunda de la Crisis Financiera de 2008 hasta la actualidad - golpearán la capacidad de siembra, producción de alimentos y transporte de productos semielaborados (cadena global de suministro) y terminados, por esto más las sanciones por petróleo, los esfuerzos en producción de alimentos e industrialización, emprendidos por el Gobierno Nacional, es la estrategia más que correcta, para el presente y futuro, con grandes oportunidades y amenazas.
El petróleo y el oro, con cada yacimiento que se agota, a pesar del bombardeo mediático global (la posverdad), se vuelven más valiosos y codiciados, por lo que aumentar de manera significativa la producción de hidrocarburos, industrializar los mismos y asegurar suministro confiable y seguro a todos los actores mundiales sin excepción, con pleno respeto y cuidado ambiental, y desmontar las criminales sanciones contra el pueblo de Venezuela para cumplir con los fines antes expuesto, es de sensatez y lógica simple para el bien colectivo.
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