Según el Servicio Internacional de la Agencia de Noticias de Radio y Televisión, Ali Bagheri Kani, vicecanciller del país, se reunió con Enrique Mora, vicesecretario general del Servicio Europeo de Acción Exterior, en Bruselas el 27 de octubre de 2021.
Durante el encuentro, que tuvo lugar en la sede de la Unión Europea, Bagheri dijo: "La República Islámica de Irán exige garantías de que el comportamiento ilegal e irresponsables de las contrapartes no se vaya a repetir".
El Vicecanciller político de Irán, en relación a los varios años de experiencia de la implementación y, finalmente de la retirada unilateral e ilegal de Estados Unidos del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC o JCPOA, por sus siglas en inglés), amén de la inacción de los países europeos a la hora de cumplir sus compromisos, comentó: "Teherán exige que se levanten las sanciones en la práctica y se normalicen las relaciones comerciales y económicas con el país, y cualquier acuerdo debe satisfacer las demandas de Irán en este sentido”.
Después de la reunión, Bagheri tuiteó: "Mantuve una conversación seria y constructiva con Enrique Mora sobre puntos esenciales para una negociación exitosa. Acordamos comenzar las negociaciones antes de finales de noviembre. La fecha exacta se anunciará la próxima semana".
Este artículo examina la Cumbre de Bruselas y la necesidad de que se levanten las sanciones.
La historia del Plan de Acción Integral Conjunto
El PAIC es un acuerdo internacional en torno al programa nuclear de Irán suscrito en Viena el 14 de julio de 2015 entre Irán y los países del Grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania).
Las prolongadas negociaciones entre Irán y el Grupo 5+1 para llegar al "PAIC" comenzaron al mismo tiempo que el "Acuerdo Interino de Ginebra", que se produjo en noviembre de 2013.
Después del acuerdo de Ginebra, las dos partes continuaron sus negociaciones durante 20 meses hasta que, finalmente, en abril de 2015, suscribieron el "Acuerdo de Lausana" como marco para el Acuerdo de Viena.
Según varios puntos del acuerdo del PAIC, Irán, durante al menos 15 años, se comprometía a exportar sus excedentes de uranio enriquecido por encima de los 300 kg. Además, el pacto fijaba el límite de enriquecimiento al 3,67 %. También se comprometía a reducir el número de centrifugadoras en aproximadamente dos tercios. Irán, durante ese periodo, tampoco podía construir nuevas instalaciones de enriquecimiento ni reactores de agua pesada.
Además de las restricciones en los sectores técnico y nuclear de las instalaciones nucleares de Irán, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) tenía acceso regular a todas las instalaciones nucleares del país para revisar, monitorear y, finalmente, corroborar que Irán estaba implementando dichas restricciones.
En conformidad con el PAIC, a cambio de cumplir con todas estas obligaciones, a Irán se le debían retirar todas las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU, la Unión Europea y Estados Unidos.
Tras el acuerdo alcanzado por todas las partes, el Consejo de Seguridad de la ONU, como única autoridad política, legal y de seguridad para la protección de la seguridad y la paz internacionales, adoptó formalmente la Resolución 2231, que pasó a formar parte del derecho internacional, convirtiendo en imperativo jurídico el cumplimiento del PAIC.
La retirada de Estados Unidos del PAIC y la pasividad de los europeos
Tras la firma del acuerdo y la aprobación de la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU, las seis resoluciones anteriores contra Irán, que habían dado lugar a sanciones por la cuestión nuclear iraní, quedaron invalidadas, pero Estados Unidos y tres países europeos (el Reino Unido, Francia, Alemania) no cumplieron con ninguna de sus obligaciones.
Con la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016, su disconformidad con el PAIC se hizo evidente. En julio de 2017, el Departamento de Estado de Estados Unidos incluyó un nuevo concepto, que consistía en cumplir con el texto del acuerdo, pero no con el espíritu del mismo. En septiembre de ese año, Trump lo calificó del peor acuerdo posible y dijo que había tomado una decisión al respecto.
El 21 de octubre de 2017, Trump anunció que no validaría el acuerdo nuclear con Irán, pero que de momento tampoco lo abandonaría. No obstante, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos boicoteó al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) de Irán, acelerando así la retirada de Estados Unidos del PAIC.
En febrero de 2017, con el pretexto del programa de misiles de Irán, Estados Unidos pidió acometer reformas en el PAIC y exigió a Irán que aceptara 12 condiciones, pues de lo contrario no extendería la suspensión de las sanciones a Irán.
En marzo de 2018, el Organismo Internacional de Energía Atómica refrendó por undécima vez que Irán estaba cumpliendo cabalmente con las obligaciones adquiridas con la firma del PAIC.
En abril de 2018, Mike Pompeo sustituyó a Rex Tillerson (destituido de forma fulminante por Trump) como jefe del Departamento de Estado de Estados Unidos: un movimiento en el que se percibió tanto la coordinación del equipo de Trump como la determinación de este de abandonar el PAIC. Así lo hizo, de hecho, el 8 de mayo de 2018 y, de seguido, anunció el retorno de las sanciones nucleares.
La retirada de Estados Unidos del PAIC se produjo en un momento en que, según el Organismo Internacional de Energía Atómica y otros miembros del acuerdo, Irán cumplió todas las disposiciones del documento y no incurrió en violación alguna.
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La reacción de Irán a la retirada de Estados Unidos del PAIC y la pasividad de los europeos
Irán se adhirió plenamente a sus obligaciones en virtud del acuerdo nuclear transcurrido un año de la retirada ilegal de Estados Unidos del PAIC, dando así a los países europeos, que prometieron compensar los efectos negativos de la retirada de Estados Unidos, la oportunidad de cumplir con sus compromisos.
Un año después de que los gobiernos europeos siguieran incumpliendo sus promesas, Teherán anunció que reduciría gradualmente sus obligaciones, según los artículos 26 y 36 del acuerdo, para establecer un equilibrio entre sus obligaciones y sus derechos.
Irán posteriormente fue abandonando las restricciones nucleares que se le habían impuesto en cinco etapas, al punto de que, actualmente, aparte de la supervisión del OIEA, Irán ya no acepta ningún tipo de restricción.
Irán, no obstante, ha declarado en repetidas ocasiones que, si las contrapartes que permanecen en el acuerdo, deciden implementar sus obligaciones de conformidad con PAIC, revertirá las medidas adoptadas para reducir las restricciones que se le impusieron.
Con la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de Estados Unidos y la derrota de Trump, hubo quién demandó el regreso de ese país al PAIC. No obstante, transcurridos más de 10 meses desde que Biden se instaló en la Casa Blanca, este continúa con las políticas de Trump, es decir, sigue aplicando la llamada máxima presión y violando la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU y, de momento, no se perciben señales visibles de un cambio en la práctica del enfoque de Biden hacia Irán.
Además, desde la retirada de Estados Unidos del PAIC, se han celebrado seis rondas de conversaciones entre los representantes de Irán y los miembros restantes del PAIC (Francia, Reino Unido, Rusia, China, más Alemania), pero no han llegado a buen puerto debido a la presión continua y al endurecimiento de las sanciones por parte de Estados Unidos.
En su discurso ante la Asamblea General de la ONU, Seyyed Ibrahim Raisi, el nuevo presidente de Irán, pidió explícitamente el levantamiento de todas y cada una de las sanciones unilaterales de Estados Unidos. El canciller iraní, Hossein Amir-Abdollahian, que se reunió con sus homólogos europeos y con el alto representante de Política Exterior de la Unión Europea en Nueva York, hizo hincapié en que Irán volverá a las conversaciones sobre el tema del levantamiento de las sanciones, pero no vinculará su economía a dichos diálogos y confirmó que si las contrapartes cumplen con sus obligaciones Irán hará lo propio.
Reanudación de las negociaciones
Hace unas semanas, el alto representante de Política Exterior de la UE, Joseph Borrell, envió una señal positiva a Irán, señalando la carencia de un segundo plan o un "Plan B" en el PAIC. Esta señal positiva, junto a la visita de un día a Teherán de Enrique Mora, representante de Borrell, han propiciado el ambiente para la reanudación de las negociaciones sobre el levantamiento de sanciones.
Durante la visita de Mora a Irán, al parecer se acordó mantener conversaciones en Bruselas a fin de allanar el camino para la reanudación de las conversaciones entre Irán y el Grupo 4+1 en Viena.
Ali Bagheri Kani, el vicecanciller de Irán, llegó a Bruselas la noche del martes, 26 de octubre, a la cabeza de una delegación diplomática para concluir las conversaciones iniciadas en Teherán con Enrique Mora, coordinador de las reuniones de la Comisión Conjunta del PAIC.
Antes de su viaje precisó que buscaba unas negociaciones fructíferas, pero que convenía aclarar: "¿Las contrapartes están realmente preparadas para cumplir con sus obligaciones, incluyendo exigir a un infractor no miembro que abandone las políticas destructivas y el legado del pasado?"
Asimismo afirmó que la continuación de la política fallida de máxima presión no solo no podrá eliminar los obstáculos de cara a las "negociaciones para levantar las sanciones ilegales y opresivas", sino que aumentará la complejidad de ese proceso. "Tuve una conversación seria y constructiva con Enrique Mora sobre los elementos esenciales para unas negociaciones exitosas", tuiteó Bagheri, después de reunirse con Enrique Mora, vicesecretario general del Servicio Europeo de Acción Exterior. “Acordamos comenzar las negociaciones antes de finales de noviembre. La fecha exacta se anunciará la próxima semana".
El acuerdo de Irán para reanudar las conversaciones brinda una nueva oportunidad a fin de que los países europeos, levantando de forma completa y efectiva las sanciones opresivas e ilegales, hagan que la República Islámica de Irán recupere la confianza perdida.
Aunque las naciones occidentales reconocen que las sanciones de Estados Unidos contra Irán no han afectado al progreso de la República Islámica, la condición previa más importante para que Irán comience las negociaciones es que se levanten las sanciones unilaterales de Estados Unidos, obtener garantías por escrito y que se tomen medidas para contrarrestar los efectos adversos en el caso de una de las partes se retire del PAIC.
Estados Unidos y sus aliados han utilizado repetidamente el progreso nuclear de Irán, especialmente en el campo del enriquecimiento de uranio, como pretexto para imponer duras sanciones a este país, pero la realidad es que el programa nuclear de Irán es pacífico y la República Islámica ni ha buscado ni busca armas nucleares, y así lo ha prescrito el Líder Supremo.
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