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Los Efectos Negativos de Comparar a su Conyuge Con La Sociedad

Segundopaso – Así como compararse con los demás tiene consecuencias desfavorables, comparar a su cónyuge con otras personas también tiene efectos negativos y daña su vida matrimonial.

Desafortunadamente, muchos hombres y mujeres comparan a sus cónyuges con los demás. Algunos ven esta comparación como una forma de que su pareja se vuelva más sensible y se esfuerce para corregir o cambiar fundamentalmente su comportamiento. Sin embargo, dicho método no solo es ineficaz, sino que también es muy dañino. Este acto tiene un efecto muy negativo en su cónyuge, así como en su relación. Comparar destruye los sentimientos y la personalidad de la otra parte y reduce la confianza en sí mismo. Además, provoca frialdad en la relación, apatía entre marido y mujer y distancia emocional.

Según el Corán, la familia es un lugar de seguridad, paz y tranquilidad que se construye en base al amor y el afecto: Y entre Sus señales está el haber creado de vosotros mismos parejas para que encontréis la calma junto a ellas. Y ha puesto entre vosotros afecto y misericordia. En verdad, en ello hay señales para gente que reflexiona. (Los Bizantinos:21)

Según investigadores, una de las razones detrás del hábito de comparar a un cónyuge con otros es debido a la crianza. Esa persona, durante su niñez fue constantemente comparada con sus compañeros y esta práctica quedó enraizada en su mente. Entonces, cuando crece, compara constantemente su trabajo, su casa, sus padres y a su pareja. Nunca está satisfecha con su vida, incluso con su apariencia, simplemente quiere ser superior y el mejor en todo. Otra de las razones para comparar al cónyuge con los demás puede ser causado por el sentimiento de carencia emocional, sexual o económicamente.

Comparar la apariencia de un cónyuge con otros es uno de los mayores errores que causa un daño muy destructivo a su vida en común. Al hacer esto, su pareja perderá gradualmente la confianza y se volverá frío y monótono con usted. Tenga en cuenta que la apariencia no juega un papel importante en la convivencia, lo que influye en la estabilidad matrimonial es la comprensión y comunicación.

Otra consecuencia negativa es que se desvaloriza la imagen de su pareja ante sus ojos y poco a poco pierde el interés por él o ella. La indiferencia en las relaciones se extiende a todos los aspectos de la vida e incluso puede afectar el proceso de crianza de los hijos. Las comparaciones erróneas, por otro lado, hacen que la otra persona sienta que su cónyuge no lo ha aceptado tal como es y que ya no está interesado. Así que sufrirá de depresión y frustración, posiblemente tomará represalias y se quejará constantemente. Todo esto da lugar a diferencias y problemas dentro de la familia, los límites se quebrarán y se distanciarán cada día. Asimismo, comparar financieramente a su cónyuge con otros puede ejercer presión sobre él o ella para que tome riesgos económicos irrazonables para satisfacer sus necesidades. Para evitar que este mal hábito afecte negativamente su vida matrimonial, debe pensar en una solución o, si no puede resolver este problema solo, busque la ayuda de un consejero. Aquí presentamos algunas soluciones.

Primero, determine el nivel de sus expectativas y deseos para usted y su vida. Luego evalúe el nivel de habilidad, la disponibilidad de instalaciones y la razonabilidad de sus deseos. Por supuesto, si puede ajustar el nivel de sus deseos y anhelos a la situación actual, sus preocupaciones, confusiones y expectativas disminuirán. La carencia de un propósito en la vida le hace caer en las comparaciones. Recuerde que la vida de la cada persona es única y no debe permitir que las situaciones de los demás afecten su relación. Cuando vea a otra persona que considere mejor que su cónyuge y comience a comparar, piense en el hecho de que usted eligió a su pareja conscientemente y cada quien tiene buenas cualidades al igual que aspectos negativos. Centrarse en los aspectos negativos causará más resentimiento.

Una de las mejores soluciones es empatizar con su cónyuge. Antes de que sea demasiado tarde y esté completamente desanimado, exprésele su amor y dígale que aprecia sus esfuerzos. Son sus palabras los que lo motivan a vivir, trabajar y avanzar más, no las comparaciones que hace constantemente sobre diferentes cosas. Pónganse en sus zapatos y compréndalo.

La mente, por otro lado, compara de manera subconsciente los aspectos positivos de la vida de los demás con los aspectos negativos de su propia vida. Deje de hacer esto y en su lugar concéntrese en las fortalezas de tu cónyuge y téngalas presentes. Piense más en su vida y cómo la formaron juntos. Recuerde todas las cosas que su pareja ha hecho por usted durante su matrimonio y convivencia, o las veces que él o ella le ha hecho feliz incluso con cosas pequeñas. Céntrese en los viajes y alegrías que tuvo al principio de su matrimonio. Todo esto los hará sentir bien, si continúan con este proceder, se interesarán más el uno por el otro y, como resultado, se esforzarán más por cambiar su comportamiento. No olvide de resaltar los aspectos positivos de su cónyuge, los que le hicieron elegirlo en matrimonio para que se convierta en su pareja de por vida.

 

Tenga en cuenta que cuando compara a su pareja con los demás, significa que no está satisfecho con su vida y por esta razón destaca las deficiencias financieras y morales. Trate de estar agradecido por todas las bendiciones que ha recibido.  Aprecie a su cónyuge y sus determinaciones, esto le hará sentir bien con él o ella y acercará los corazones.

Otro efecto destructivo de la comparación es la represalia. Antes de comparar a su pareja con los demás, imagine por un momento que su cónyuge también menciona las cualidades positivas de otras personas y lo compara con quienes lo rodean. Por supuesto, eso no será nada agradable para usted. Si piensa que su pareja lo está comparando con alguien más en forma de represalia, corte este comportamiento para que pueda dejar el hábito. De lo contrario, sus problemas y peleas aumentarán con el tiempo.

Se supone que usted y su pareja deben estar juntos hasta el último, siendo compañeros en todos los momentos de la vida. Si quiere molestar a la persona más querida e incomodarla constantemente comparándola con los demás, solo provocará su tristeza y no podrá sentirse seguro en la relación con usted. Es mejor utilizar la fórmula dorada de “ponerse en el lugar de los demás”. Al respecto, el Imam Ali (P) dice: “Lo que quieres para ti, quiere para los demás, y lo que no te quieres para ti, no quieras para los demás. Trata a los demás como te gustaría ser tratado.” Si presta atención a este punto y lo pone en práctica en su vida matrimonial, su hogar pronto se convertirá en el paraíso pacífico que tanto anhela.

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