EconomíaPolítica

Neoliberalismo y movimientos antisistema

Segundopaso – En el sentido más amplio antisistema se aplica a cualquier movimiento, grupo o persona que está en contra del orden impuesto, tanto en el sistema económico, social o político. Es decir, que está en contra del sistema instaurado en la sociedad, que puede ser la democracia, el capitalismo, la globalización u otro. En particular, es el rechazo al sistema de ideas que imperan en occidente liderado por Estados Unidos y su régimen autoritario que genera injusticia y desigualdad.

Tipos de movimientos antisistema

Con antisistema podemos hacer alusión a una amplia variedad de movimientos que han surgido en las últimas décadas, que sorpresivamente han surgido en el corazón de los países capitalistas, en Estados Unidos y algunos países europeos, que han dejado de ser un “modelo” para la humanidad y como respuesta a medidas extremas que han afectado en la calidad de vida del ciudadano común, en su capacidad de adquirir una vivienda, de invertir, tener un seguro social, o simplemente sostener su empleo o comprar lo necesario para el diario vivir.

Algunos de estos movimientos se les ha dado algunas denominaciones:

Antiglobalización: Es un conjunto de movimientos sociales que coincidieron, hacia finales del siglo XX, en la crítica al proceso de globalización, argumentando que favorece la creación de puestos de trabajo con condiciones precarias y un crecimiento económico que no es sostenible. Esto último se relaciona principalmente al tema medioambiental, por el impacto generan las actividades económicas, particularmente aquellas que extraen los recursos naturales. Se relaciona con la defensa de la soberanía y autodeterminación de los pueblos.

Anticapitalismo: Agrupa a una serie de ideologías contrarias al capitalismo, por lo que buscan abolirlo o modificar alguno de sus fundamentos. De esta forma pueden identificarse corrientes alternativas como el socialismo, que centra sus bases ideológicas en la defensa de la propiedad colectiva frente al concepto de propiedad privada; así como la socialdemocracia que no busca eliminar el capitalismo, sino diseñar un sistema económico donde se respete la propiedad privada, pero que se establezca una justicia económica al momento de producir, tanto en las remuneraciones como en el pago de impuestos. O posiciones más extremas como el anarquismo que propugna la desaparición del Estado.

El antiimperialismo: Es una corriente que ha adquirido mucha fuerza a nivel global, puesto que se opone a la subordinación sobre todo económica de un país hacia la hegemonía de Estados Unidos y su intervencionismo en otros países. Este espíritu ha crecido ampliamente en especial en pueblos que han sufrido la injerencia belicista y cultural, que han terminado en el saqueo de sus recursos. Se relaciona con la imposición de valores capitalistas basados en el individualismo y explotación, así como con el desarrollo de medidas neoliberales que resultan inhumanas para los pueblos ejerciendo presión y asfixia económica, política y social.

influencias y expresiones antisistema

Simon Springer, de la Universidad de Victoria, Canadá presenta un análisis, desde el punto de vista de varios autores, sobre los movimientos de resistencia al neoliberalismo que se han desarrollado en las últimas décadas, en forma de protestas a gran escala que captan la atención de los medios de comunicación de todo el mundo, pero asimismo, y más importante aún, en forma de actos de resistencia cotidianos en los que la gente sigue organizando su vida de maneras que rompen con la lógica de mercado.  La intersección entre lo cotidiano y el espectáculo es lo que marca el momento actual de protesta, en el que la gente está iluminando sus luchas e ilustrando su oposición en diferentes espacios y encuentros mientras reconsidera el mundo en el que vivimos (Purcell, 2016).

Algunos de los movimientos antisistema que han influenciado en las trayectorias actuales, se menciona el ascenso de los movimientos indígenas como el EZLN en México en la década de 1990, el fuerte Movimiento de Trabajadores Sin Techo de Brasil hasta la fuerza mundial del Movimiento Occupy en la década de 2010. La gente se congregó en Wall Street el 17 de septiembre de 2011 y nació un nuevo movimiento, al tiempo que la idea era replicada en ciudades de todo el mundo al tenerse noticia de ello. En el transcurso de un mes desde la primera ocupación en el parque Zuccotti, estaban teniendo lugar manifestaciones del Movimiento Occupy en más de 951 ciudades de todo el mundo.

La consigna del movimiento «Somos el 99 por ciento», atribuida al antropólogo David Graeber, alude a la enorme desigualdad que existe en la actualidad bajo el neoliberalismo, en que el 1 por ciento de la población controla una cantidad desorbitada de la riqueza del planeta (Bray, 2013).

Aunque los movimientos antisistema tienen unas raíces históricas profundas, a la encarnación actual del capitalismo en forma del neoliberalismo podemos contraponerle el denominado «movimiento antiglobalización», a veces llamado «movimiento por la justicia global». Que a su vez agrupa a varios movimientos que comparten una temática general y se alinean claramente con una trayectoria antineoliberal.

El tema principal es la oposición a las grandes corporaciones multinacionales y a la falta de regulación de sus actividades, especialmente en lo tocante a los acuerdos comerciales desfavorables y a la maximización de beneficios sin tener en cuenta la seguridad en el puesto de trabajo, las relaciones y compensaciones laborales inadecuadas, la devastación medioambiental y el respeto por la soberanía nacional y la autoridad legislativa (Ayers, 2004).

No necesariamente todos los activistas (europeos en particular) adoptan una actitud anti global, sino que más bien abogan por unas relaciones mundiales más democráticas e igualitarias en que se respeten y favorezcan los derechos humanos, el comercio justo y el desarrollo sostenible (Epstein, 2001). Hacia principios de la década de 1990, el neoliberalismo ya se estaba asentando firmemente en la política y las prácticas de muchos estados, siguiendo la senda marcada por las reformas que Margaret Thatcher y Ronald Reagan habían puesto en práctica en el Reino Unido y los Estados Unidos de América, respectivamente (Harvey, 2007).

El discurso del capitalismo neoliberal sostiene que toda persona “tiene las mismas oportunidades” para mejorar su estatus; pero no existe nada más lejano de la realidad, pues existen condiciones sistémicas del empobrecimiento, el racismo, la discriminación y múltiples formas de marginación social lo que significa que nunca hubo tal igualdad de oportunidades. Y que además, crea un sistema competitivo de ganadores y perdedores, siendo la mayoría de este último equipo, permaneciendo a flote una élite que permanece siempre en la cúspide, manipulando la estructura a su favor, el “libre mercado”, el “libre comercio”, la “libertad de expresión”, el libre interés”, estas falsas libertades solamente han llevado a la masificación de la pobreza y nuevas esclavitudes contemporáneas.

https://www.bbvaopenmind.com/articulos/neoliberalismo-y-movimientos-antisistema/

Antisistema

Related Articles

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Back to top button