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Los Efectos Negativos de Comparar a los Hijos con Otras Personas

La Comparación es Destructiva Tanto si la Aplicamos a Niños y Adolescentes

Segundopaso – En este programa, abordaremos el tema de “comparar a los hijos con otras personas”. Este mal hábito muchas veces lo aplican los padres, maestros y familiares de un niño o adolescente y sin saber les hace perder la confianza en sí mismos y perder la motivación en lugar de progresar. En general, la comparación es destructiva tanto si la aplicamos a niños y adolescentes como a adultos, sólo que los efectos negativos y destructivos en los infantes son mayores.

En este programa, abordaremos el tema de “comparar a los hijos con otras personas”. Este mal hábito muchas veces lo aplican los padres, maestros y familiares de un niño o adolescente y sin saber les hace perder la confianza en sí mismos y perder la motivación en lugar de progresar. En general, la comparación es destructiva tanto si la aplicamos a niños y adolescentes como a adultos, sólo que los efectos negativos y destructivos en los infantes son mayores.

Los padres deben saber que comparar a sus hijos con los hijos de sus amigos y conocidos crea una profunda brecha entre ellos. Origina una sensación de celos y resentimiento, que puede conducir a eventos desagradables en el futuro. Además, los niños que son constantemente comparados se sienten inferiores, pequeños y sin valor, pierden el ánimo para realizar tareas y aprender cosas nuevas. Los padres lastiman el orgullo de sus hijos cuando magnifican sus debilidades, errores y constantemente señalan sus discapacidades y las comparan con las de los demás.

El estrés en los niños es otro resultado negativo de la comparación, porque les hace sentir una carga pesada sobre sus hombros frente a sus compañeros. Comparar a los niños genera estrés en ellos y les provoca incomodidad y aislamiento. Algunos padres creen que, al decirles cosas buenas sobre otros a sus hijos, se verán obligados a corregir su comportamiento, lo cual es un concepto erróneo. Es posible que se sorprenda al saber cuánto tiempo pueden permanecer en la mente de los niños los recuerdos de estas comparaciones.

Entonces, como resultado del mal hábito de algunos padres y a pesar del amor que tienen por sus hijos, compararlo con otros les provocará un mayor daño. Una de las tareas más importantes de los padres es fortalecer la autoestima del niño y conducirlo hacia la independencia, pero lamentablemente, algunos padres quieren hacer realidad sus carencias y sueños a través de sus hijos y solo lograrán el efecto contrario.

Los padres necesitan continuamente que se les recuerde los consejos. Uno de estos puntos es que sus hijos no son de su propiedad. No son extras ni molestos, sino fruto del amor de Dios y del amor de los progenitores. Los padres no tienen derecho a quejarse del nacimiento de ningún niño. Cada uno de sus hijos tiene una existencia única y no se supone que sean como los demás, tampoco que vivan con usted y sigan sus principios por siempre.

Los padres también son responsables de la salud de sus hijos. Como hemos dicho, cuando compara a sus hijos con los demás, se producirán en el niño una serie de secuelas que pondrán en peligro su salud como son el enfado y odio hacia sí mismo, hacia el otro y hacia los padres, falta de autoestima, falta de confianza en sí mismo, celos, competencia, comparaciones, auto desprecio o sentido de superioridad, la intensificación del conflicto entre el yo real, el yo ideal y el daño resultante, disminución de la productividad y eficiencia positiva de la mente y el cerebro, ansiedad, miedo, mentira, desorden, trastornos etc.

En lugar de comparar a su hijo con los demás, es mejor que los padres primero aprendan que nunca se puede comparar a dos personas y culpar a una por las deficiencias de la otra. Cada ser humano debe ser evaluado según su origen, cultura, habilidades, talentos y habilidades.

 

Aprenda este importante punto y enséñele a sus hijos a conocerse mejor en lugar de compararse y competir con otros, a establecer metas para su futuro para lograr lo mejor en base a sus habilidades y talentos, para ser excelentes y más exitosos seres humanos y no para ser mejores o iguales a los demás. Una de las misiones del ser humano es el progreso, pero no el progreso hacia los demás, sino a su manera y en proporción, es decir, cada día ser mejor que ayer. Para tener una sociedad saludable, necesitamos personas saludables. La salud de una comunidad depende de la salud de las personas. Es importante tener en cuenta que la crianza de los hijos no es una competencia, y no necesita mostrar a otros padres cuan bueno es su hijo.

Por lo tanto, se sugiere que los padres, y los adultos en general, piensen en métodos alternativos en lugar de caer en la comparación, métodos que no solo no tengan efectos negativos, sino que promuevan el crecimiento y desarrollo. Por ejemplo, aprecie los esfuerzos de su hijo, incluso si no está progresando significativamente, lo que aumentará la confianza. Necesita alentar a sus hijos a lidiar con sus debilidades. Si necesitan ayuda, apóyelos. Tenga en cuenta que los padres no deben tener expectativas poco realistas. Por último, ame a sus hijos incondicionalmente, esto ayudará mucho a su desarrollo.

Código para noticias 2546

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