De acuerdo con Parques Nacionales, la información que arroje la expedición biológica servirá como base para el diseño del programa de monitoreo del jaguar y sus presas en esta zona, lo cual es clave para la conexión del corredor mesoamericano.
En este Parque Nacional Natural los guardaparques han registrado la presencia de jaguares a través de huellas, contacto directo y otras señales encontradas en distintas zonas del área protegida, no obstante, con este proyecto se busca hacer un seguimiento sistemático a estos mamíferos y otras especies que también han dejado huella en su andar.
Científicos colombianos irán tras las huellas del jaguar en la región del Darién, la expedición durará dos semanas, tiempo en el cual se instalarán cámaras trampa para dejarlas registradas durante dos meses. Esto se llevará a cabo en las rutas aledañas a la sede operativa de Sautatá hacia los saltos o cascadas sagradas, parte alta del área protegida, así como en el sector del río Cacarica , hacia la frontera con Panamá.
Con esta motivación, cuatro colombianos emprendieron un viaje por el territorio nacional para documentar el patrimonio cultural indígena y compartirlo a través del arte del tatuaje corporal y material transmedia educativo. Este equipo de técnicos y artistas decidirán poner en marcha un proyecto en el que le seguirían el rastro al legado cultural precolombino mediante una investigación para encontrar aquellos que caracterizan la identidad ancestral del país.
Los investigadores del proyecto sustentan que algunos procesos político-culturales han ocasionado una pérdida de apreciación por las culturas no-hispánicas que hacen parte de nuestras raíces, lo que da pie a “un paradigma que desvaloriza las culturas autóctonas, vulnera la figura del patrimonio indígena y genera rechazo por nuestras raíces”.
El primer paso fue revisar todo el material recuperado durante sus años de carrera artística, se empieza a investigar ya cuestionar se expresaban las comunidades prehispánicas colombianas, dependiendo de la zona cada una cómo tiene su fortaleza ya mar en metales, cerámicas, tallados, pinturas rupestres e incluso telares. Para descubrir relatos de la comunidad, prácticas familiares, creencias sus miedos y sus miedos.
Así fue como nació esta iniciativa de investigación y creación que se presenta como 'La Ruta del Jaguar: un recorrido a través de nuestro territorio y nuestras comunidades indígenas', en búsqueda de una identidad gráfica que represente la forma de pensar en nuestro pueblo”, enuncia Gustavo Paternina, investigador líder de la Ruta, quien opina que “uno no ama y no respeta lo que no conoce” y por esto quiere lograr que el resto del país se “enamora de toda la cultura que hay en Colombia”, con la que siempre se tiene sentido identificado.
Se llamó La Ruta del Jaguar por tres razones: la primera, por su significado simbólico en la región y en el país, además, históricamente se ha distribuido por todo el continente y es conocido como el rey de los felinos; segundo, por su dinamismo y capacidad de movilizarse por todo tipo de terrenos; y tercero, por su marcada presencia en Colombia.
La preparación para emprender la travesía por Colombia tomó un año entero. Durante este tiempo se enumeraron los museos, zonas arqueológicas, parques naturales, resguardos y cabildos indígenas que visitarían durante un mes, buscarían financiación, comprarían equipos fotográficos para hacer el registro. Recorrieron más de 15 pueblos y ciudades como Medellín, San Jacinto, Cali, Tierradentro, San Agustín y Leticia, y visitaron cerca de 20 lugares patrimoniales como el Museo del Oro Zenú en Cartagena, el Museo Tierras de Xixarca, el Museo Arqueológico en Cali, el Parque Natural Las Piedras Marcadas , el Parque Arqueológico Natura, entre otros.
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