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Los Otros Muros (Parte III)

SegundoPaso ConoSur – A lo mencionado como muros divisorios, en los capítulos anteriores de este artículo, como creaciones que separan a los seres humanos se agregan otros, que no por menos conocidos son menos injustos e infames.

A lo mencionado como muros divisorios, en los capítulos anteriores de este artículo, como creaciones que separan a los seres humanos se agregan otros, que no por menos conocidos son menos injustos e infames.

Telón de bambú

En este sentido se enmarca aquel Muro/Valla, que separa a la Península de Corea en dos países y ubicado en el paralelo 38. Conocido también como el Telón de Bambú. Tras la rendición de Japón en la Segunda Guerra Mundial ese paralelo fue establecido como el límite entre la zona ocupada por las fuerzas de la ex Unión Soviética – al norte del mencionado paralelo – y las fuerzas estadounidenses ubicadas al sur.

El año 1948, ese paralelo 38 se convirtió en la frontera entre las dos naciones creadas producto de la división ideológica de un mundo de postguerra: la República Democrática de Corea y Corea del Sur. Dos años después de este nacimiento, el 25 de junio del año 1950, fuerzas militares de Corea del norte dirigidas por Kim Il sung invadieron el territorio al sur del paralelo 38 (con el apoyo de voluntarios chinos y dotados de armamento soviético). Fuerzas de la ONU, encabezadas por tropas norteamericanas, contrarrestaron aquel ataque enfrascándose en una lucha que se prolongaría por tres años. Guerra en la cual murieron un total de tres millones de personas entre los cuales se encontraban civiles de ambas coreas, militares y también miembros del ejército norteamericano (55 mil muertos) y 500 mil milicianos chinos. El año 1953 se firmó un armisticio que fijó la nueva frontera a través de la mitad de la denominada zona desmilitarizada, que corta el paralelo 38 en un ángulo agudo de suroeste a noreste.

Con cuatro kilómetros de ancho y 250 kilómetros de largo esta larga frontera militarizada de punta a cabo ha continuado siendo la línea divisoria entre dos mundos opuestos en lo político y en lo económico. Una Corea del Sur con fuerte influencia occidental, aliada de Estados Unidos en el plano militar y económico. Y una Corea del Norte cercana a China, con un sistema político y económico que es considerado uno de los regímenes más cerrados y enigmáticos del mundo. Es una de las divisiones más tensas del mundo, que ha transitado desde la post guerra, la Guerra Fría, la caída de los socialismos reales y el mundo surgido tras la idea globalizadora del nuevo orden mundial, con 61 años de historia que refleja el conflicto sin fin en la península Coreana. Un Telón de Bambú más firme que nunca.

La muralla Al Saud

Con el objetivo de defender la Monarquía Wahabita de los vaivenes bélicos e intervencionistas en Asia occidental y el Golfo Pérsico, donde la propia Casa Al Saud ha jugado un papel fundamental al apoyar a movimientos terroristas takfirí, que son los que han generado la inestabilidad en la zona junto a las intervenciones de las potencias occidentales, aliadas de Arabia Saudita. La casa real de este país ha comenzado a fortificar su territorio con el objetivo de aislar esta Monarquía hereditaria, a lo largo de 9 mil kilómetros de fronteras, en lo que se considera será la barrera de seguridad más larga y costosa del mundo. Se estima que al final del proyecto el dinero utilizado, sobrepasará los 4 mil millones de dólares, sin considerar en ello la mantención y la utilización de miles de guardias fronterizos. La idea es acordonar este país de sus vecinos fronterizo: Irak, Yemen, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Omán, Kuwait y Jordania.

El proyecto, que ya tiene algunas etapas concluidas es llevado a cabo por el consorcio de Defensa y Seguridad EADS y Al Rashid Trading & Contracting Co. que tienen participación también en el Muro de la Infamia de Cisjordania y que dieron sus asesoría para la construcción y mantenimiento del Muro de la Vergüenza que separa a las comunidades saharauis del Sahara Occidental. En las zonas donde haya más presencia de ciudades y pueblos las autoridades sauditas han señalado que se contará con una barrera física y en las zonas menos pobladas y desérticas el proyecto se proveerá de vigilancia satelital, cámaras, radares, sensores electrónicos, centros de detección costeros y aeronaves de reconocimiento para detectar intrusos y enviar patrullas de intervención rápida.

Ya existe en la frontera con Yemen una estructura divisoria de 1.800 kilómetros de largo, consistente en una red de sacos de arena y tuberías rellenas de concreto, dotadas a su vez de equipos y sensores de detección electrónica. Esta división se unirá al muro de 900 kilómetros de largo anunciado por el otrora Rey Saudi Abdalá Bin Abdelaziz, en septiembre del 2014 – debía estar terminado el año 2009 – que permitiría según el ex monarca “disminuir el número de infiltrados y de traficantes de drogas, armas y ganado hasta cero” es decir aislar al Reino Wahabita de los acontecimientos en Irak. A pesar de las palabras del fallecido Rey Abdalá el objetivo es proteger a Arabia Saudita de la influencia de una de las criaturas que ayudó a crear: El Movimiento Takfirí Estado islámico – Daesh en árabe – que llegó a tener bajo su control vastas áreas del norte de Siria y el norte Iraquí.

Esta construcción estará dotada de cinco capas, con torres de vigilancia, vehículos y radares. Ocho puestos de control y dirección, 32 centros de reacción rápida, 3 destacamentos de tropas de intervención inmediata, varias torres de observación, 50 radares y 10 vehículos de vigilancia. La verdad es que el objetivo final es aislar el reino wahabita de sus vecinos, generando una fortaleza que impida la entrada de inmigrantes. Muy a tono con los muros de segregación interna que el reino wahabita ha construido entre hombres y mujeres, entre ciudadanos e inmigrantes y los propios muros con el mundo que lo han convertido en un reino fundamentalista.

Las vallas de la indignidad

España, que durante décadas fue país de emigrantes, que llegó con sus hijos a tierras americanas, que tras el triunfo del Franquismo vio embarcar a miles de sus ciudadanos allende el Atlántico y mandó como mano de obra a miles de hombres y mujeres a trabajar los campos más ricos de Europa. Esa España, que hoy tras la crisis económica que envuelve a Europa ha vuelto a transitar por el camino del desangramiento de sus hijos, es también un tapón a las aspiraciones de miles de inmigrantes, principalmente subsaharianos, que anhelan una mejor vida en la Unión Europea.

En su papel de vigilante, de freno a esos afanes, España en sus enclaves coloniales de Ceuta y Melilla, por decisión de sus socios europeos decidió construir a fines del siglo XX dos barreras físicas en esas dos ciudades autónomas ubicadas en suelo norafricano, que representan la entrada más directa a suelo europeo desde el lado africano del estrecho de Gibraltar. La ciudad de Ceuta, con 8.2 kilómetros de vallas metálica y alambras, unido a Melilla con sus 12 kilómetros del mismo material, están dotadas de cámaras infrarrojas, difusores de gas lacrimógeno, detectores de movimiento, cuchillas en las alturas de las rejas, sistemas que impiden colocar escaleras, cables tranzados y vigilancia por tropas armadas representan la antítesis de los mismos sueños que sus habitantes buscan en otras tierras, donde difícilmente se les cierra las puertas, se le reprime o encierra en barracones para impedir que emigren.

Las ciudades de Ceuta y Melilla con sus vallas son una imagen medieval, ciudades amuralladas con indeseables tratando de traspasar sus alambradas: negros, árabes, magrebíes y subsaharianos tratando de buscar mejores perspectivas de vida al otro lado del que alguna vez se denominó Mare Nostrum. Estremece ver las imágenes de centenares de seres humanos durmiendo a la intemperie, adormecidos con el denominado “Efecto Llamada” a los pies del Monte Gurugú en Marruecos, esperando el momento de lanzarse a la abordaje de sus sueños y muriendo en esos intentos, como ha sucedido año tras año.

Ceuta y Melilla son los cercos de la indignidad, de la injusticia, del llamado que el propio occidente ha hecho de las bondades de sus sistemas y que después cierra de un portazo en las narices de miles de “indeseables”. Condenados a tratar de sortear una de las fronteras más vigiladas y protegidas del mundo. Iñigo Moré autor del libro Borders of Inequality publicado por la universidad de Arizona en Estados Unidos señala que “la presión migratoria seguirá existiendo mientras existan los actuales niveles de desigualdad: Los asaltos a la frontera en Ceuta y Melilla no responden a explicaciones conspiratorias ni nada por el estilo. Los africanos saben cuál es el nivel de desigualdad que hay entre Europa y sus países de origen. Por eso vienen. Por ejemplo: el PIB de España, con 47 millones de habitantes, es superior al agregado de los 53 países africanos con sus 1.300 millones de habitantes. Nuestro país tiene el récord mundial de desigualdad con respecto a sus vecinos”.

Ceuta y Melilla, enclaves coloniales españoles ubicados en territorio de Marruecos, están convertidos en fortines casi inexpugnables, que sólo tiene alguna posibilidad de uso, tanto ellas como las zonas cercanas, como trampolín de salida de las pateras con inmigrantes, cuando la Monarquía marroquí desea presionar a España en materia de conseguir ventajas en sus acuerdos comerciales con Europa. Al igual que la llamada Ruta Canaria, que cada vez tiene menos importancia en materia de número de salidas de inmigrantes al continente europeo.

En junio del 2022 varios centenares de subsaharianos intentaron cruzar la valla que separa a Marruecos de la ciudad española de Melilla. La acción significó una matanza: 40 muertos y decenas de heridos a manos d ela policía marroquí y la Guardia nacional española. Tras los hechos, que tuvieron lugar en vísperas de dos cumbres, tanto la del G7, como la de la OTAN, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, dio muestras de su estatura moral declarando “agradezco la “extraordinaria cooperación con Marruecos. El asalto a la valla de Melilla demuestra la necesidad de tener la mejor de las relaciones y una colaboración estrecha en la lucha contra la inmigración ilegal. “Tenemos que ser conscientes de que Marruecos también sufre un problema de presión migratoria”,

Las desgraciadas palabras de Sánchez mencionaron de pasada los asesinatos de hombres y mujeres que intentaban arribar a territorio “europeo” en suelo marroquí. Las críticas a su inmoralidad generó, que un par de días después matizara sus palabras afirmando “Los mayores responsables de la tragedia ocurrida y de la lamentable pérdida de vidas humanas son las mafias internacionales, que organizan los ataques violentos pero…nunca me cansaré de expresar mi apoyo a la Guardia Civil y la Policía. También agradezco la labor de la Gendarmería marroquí. Marruecos combate y también padece esa violencia”. Las declaraciones de Pedro Sánchez no dieron en cuenta de la responsabilidad que tiene el Gobierno de España en esta masacre. No estamos hablando de la muerte de un inmigrante: estamos hablando decenas, más de 150 heridos, en lo que significó lo que ellos llaman el “asalto” a una frontera internacional, como lo denominó el Consejo Europeo.

Sostuve ante medios europeos cuando se dio a conocer esta matanza “”Todo tiene que ver con todo, pero lamentablemente los que están pagando el costo de esto son los más pobres, aquellos que, siendo negros, árabes, subsaharianos, sufren este tipo de masacres sin que el mundo se espante. Porque si esto sucediera en Ucrania, por darte un ejemplo, que refugiados ucranianos fueran impedidos de pasar a determinado país europeo, y se genere la muerte de cinco, diez, o quince de ellos, indudablemente que el mundo saltaría indignado frente a esta situación” (1)

Pablo Jofré Leal

Artículo Para SegundoPaso ConoSur

Permitida su reproducción citando la fuente.

  1. https://sputniknews.lat/20220702/matanza-en-melilla-y-silencio-de-occidente-discrimina-a-refugiados-por-su-etnia-1127636615.html

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