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Eres lo que Piensas – Parte 2

Segundopaso – El alma es un elemento esencial de nuestra existencia, y prestar atención a su mejora conduce al progreso y la paz de la vida humana. Beneficiarse de una mente pura y llena del recuerdo de Dios nos lleva a una vida feliz y pacífica. Por esta razón, en esta serie, presentaremos algunas enseñanzas de la psicología islámica. En esta segunda parte discutiremos la importancia del pensamiento y su impacto en la actitud frente a la vida.

Era la primera vez que los estudiantes conocían a este profesor. Su método de enseñanza y personalidad del maestro eran nuevos para ellos. Cuando el tiempo terminó y el profesor se retiró de la clase, los alumnos expresaron su opinión sobre él; uno lo consideró educado y otro lo describió como disciplinado. A otro estudiante le resultó una persona sosa y sin alma y otro le pareció una persona narcisista y satisfecha de sí misma. Aunque el profesor era la misma persona y todos los alumnos habían recibido la misma clase, sus opiniones sobre él eran muy diferentes y cada alumno tenía una impresión particular de él.

¿Por qué las opiniones de las personas sobre los fenómenos que experimentan son tan diferentes? ¿Por qué las personas tienen diferentes percepciones acerca de una situación específica, como por ejemplo el comportamiento de una persona? ¿De qué forma prestan atención las personas a la información de su entorno?

Supón que estás sentado en tu lugar de trabajo. Dos de tus colegas están charlando y, a veces te miran. Ahora toma un momento para reflexionar, cierra los ojos y visualiza con precisión la escena anterior. ¿Cómo te sientes ahora?

En respuesta a esta pregunta, debemos decir que tus sentimientos dependen de lo que te digas a ti mismo. Si dices: “Esta gente injusta está hablando a mis espaldas”, te enfadarás. Te sentirás culpable si piensas algo como: “Deben haberse dado cuenta de ese error que cometí hace unos días…”, o te sentirás feliz si imaginas que están planeando tu fiesta de cumpleaños para la próxima semana. En estos tres casos, aunque la situación es la misma, tus sentimientos serían diferentes.

¿Alguna vez te has preguntado qué es lo que realmente hace que dos personas en una misma situación reaccionen de maneras completamente diferentes?, ¿Por qué una persona se desanima por completo después de un fracaso, pero otra persona ve el mismo suceso como una oportunidad y parece salir ilesa en cada situación? Por ejemplo, ¿por qué no ser aceptado en una entrevista de trabajo hace que una persona se sienta decepcionada y se niegue a intentarlo de nuevo, pero hace a otra persona llegar a la conclusión de que debe esforzarse más para superar el examen?

Un poeta iraní da respuesta a estas preguntas de la siguiente manera:

Tenías un vidrio oscuro frente a tus ojos

Y por eso el mundo te parecía oscuro y tenebroso.

En realidad, la forma en que una persona percibe una situación es la causa de sus sentimientos, emociones y comportamientos posteriores. En base a sus experiencias en el pasado, las personas crean una serie de criterios y prejuicios que les ayudan a determinar cómo comprender e interpretar una situación particular. Una persona que ha sentido inferioridad en sus experiencias pasadas y en sus relaciones con los demás, va a sentir esta sensación negativa más intensamente cada que interactúe con otras personas. Debido a la naturaleza de cerebro humano, las personas tienden a ignorar aquello que es positivo sobre sí mismas y enfocarse en los aspectos negativos. Esta tendencia puede distorsionar nuestra percepción de la realidad y hacer que veamos el mundo en blanco y negro y enfrentemos las situaciones que se nos presentan de manera desafiante.

Si el profesor que mencionamos como ejemplo anteriormente fuera a tomar su primera clase como un fracaso y a decirse a sí mismo cosas como “nunca tendré éxito porque no puedo hacer nada bien”, perdería toda motivación para mejorar en el futuro. Este tipo de pensamientos conllevan a una actitud pesimista que genera baja autoestima y sentimientos de inferioridad.

Por ejemplo, las interacciones con los demás que este docente ha tenido a lo largo de su vida, especialmente su relación con sus padres, han formado algunos conceptos básicos sobre el mundo que lo rodea y sus características, y ahora interpreta todos los eventos y fenómenos de su vida en base a estos juicios mentales. Por ejemplo, sus padres lo criticaban constantemente y le transmitían un constante mensaje de “no puedes lograrlo”. Con el tiempo, el hábito de pensar “soy una persona incapaz, no puedo lograr nada y no puedo hacer nada bien” se formó en él y se convirtió en parte de su existencia.

Tener tal pensamiento provoca que esta persona se sienta negativa a tal medida en que se avergüence de sí mismo, se sienta incompetente, crea que no puede hacer nada bien y su capacidad de cumplir con sus deberes y responsabilidades disminuya.

Cuando se enfrenta al fracaso, esta persona se ve a sí misma como la causa principal. Cada fracaso es prueba decisiva de su incompetencia, y cada vez más se ve como indigno e incapaz. Esta visión negativa sobre sí mismo hace que tenga una percepción también disminuida de sus éxitos y victorias y no esté nunca satisfecho de aquello que ha conseguido, pues considera cada victoria insignificante y no relaciona sus logros con su personalidad, sino que minimiza la razón de su éxito a factores externos, como la suerte y otras cosas ajenas a su propio mérito.

Incluso ahora que es un profesor y tiene éxito en la dirección de la clase, seguirá teniendo una percepción negativa de su éxito y lo atribuirá a otras circunstancias. Por ejemplo, se dice a sí mismo: “Tuve éxito en la gestión de la clase porque los estudiantes de quinto grado se comportan un poco más maduros que otros estudiantes”. A menudo ignora la información positiva que no está en armonía con los pensamientos negativos.

Esta persona tiene una visión tan negativa de sí misma, que durante sus días de escuela, cuando se convirtió en uno de los mejores atletas en las competencias deportivas escolares, dijo: “Me convertí en el mejor atleta, porque los mejores de la escuela no participaron”. Por lo general, ignora los eventos positivos en su vida y considera insignificante su papel en el surgimiento de estas victorias. Por el contrario, se considera a sí mismo la principal causa de los eventos negativos en su vida.

Por otro lado, una persona puede considerar que la fuente de sus victorias son sus propias fortalezas personales y considerarse digno de ganar. Personas con esta actitud consideran el fracaso como uno de los desafíos de la vida y se esfuerzan más por superarlo. Como se puede ver, una persona evalúa sus experiencias de vida en base al conocimiento que ha ido adquiriendo sobre sí mismo a lo largo del tiempo, de tal forma que puede evaluar un evento positivo de éxito en el manejo del aula como normal, inútil e incluso negativo en algunos casos.

Según Epicuro, el antiguo filósofo griego, la forma en la que percibimos una situación es más importante que el mismo acontecimiento. Si los hechos, que son una realidad externa, tuvieran un papel decisivo, no debería haber ninguna diferencia entre los juicios de diferentes personas, porque la esencia del hecho es única e indiscutible. Efectivamente, nuestros pensamientos no son sólo una reacción a los acontecimientos; más bien, interpretan y tienen el poder de distorsionar los eventos, minimizarlos o magnificarlos.

 

Por lo tanto, el tipo de pensamientos que una persona tiene un efecto directo sobre su juicio y reacción ante los acontecimientos de la vida. En otras palabras, los pensamientos afectan las emociones humanas. Es decir, cuando sentimos una emoción fuerte, no debemos esforzarnos en cambiar nuestros sentimientos, es suficiente con conscientemente cambiar nuestros pensamientos para que nuestras emociones cambien rápidamente. Una situación por sí misma no determina nuestras reacciones, sino el que son nuestros juicios y pensamientos los que dan forma a cualquier situación. Los pensamientos positivos traen alegría y felicidad, y los pensamientos negativos dejan un sentimiento de vacío e infelicidad. Si quieres saber la calidad de tus pensamientos, vuelve a tu vida y mira dónde estás. Si está satisfecho con una parte de tu vida, el pensamiento que tuviste fue positivo, y si estás insatisfecho entonces detrás de esta sensación debe haber pensamientos negativos.

La mente humana no actúa pasivamente frente a los acontecimientos de la vida; sino que interviene activamente y de manera constante en nuestras vidas y le otorga un significado e interpretación especial a cada acontecimiento. Además, el conjunto de conocimientos, conceptos y juicios en nuestras mentes moldea nuestros sentimientos y conductas. Por lo tanto, si una persona tiene conceptos adecuados acerca de la vida, también se formarán en ella sentimientos y comportamientos positivos. En los episodios futuros, examinaremos la forma en la que los pensamientos humanos afectan la vida.

¡Quédate con nosotros!

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