Presupuestos de la teoría del conocimiento en la filosofía trascendente

Segundopaso - La filosofía trascendente posee un gran número de aportes teóricos en distintos campos del saber filosófico, que aún hoy son pocos abordados en los contextos académicos y de investigación de occidente.

Su iniciador, el filósofo y místico Sadr al-Din Shirazi o Mula Sadra, dio una fundamental importancia al campo del conocimiento de las realidades metafísicas. En su valoración tales realidades son tan importantes que su adquisición es necesaria para cada ser racional. Sobre este punto dice:

“Dado que hay un gran número de diferentes ramas de las ciencias y las artes de la percepción, y dado que es muy difícil, si no imposible, desarrollar el dominio de todas ellas, se espera que cada individuo racional centre su atención en lo más importante de ellos y luego de adquirir suficiente ciencia para satisfacer sus necesidades mundanas, dedique toda su vida a la perfección de su esencia.” [1]

Estos son los temas que Mullâ Ṣadrâ los llama por Hikmat al-ilahiyyah y marifat al-rububiyyah (Sabiduría divina y conocimiento del Señorío). [2] Una persona que disfruta el don de conocerlos, según el Sagrado Corán, ha sido galardonada con khayr-i kathir (el bien abundante o desbordante) [3] y, según Mula Sadra, ha encontrado tal acceso a la felicidad y al honor supremo. En la introducción de al-Asfar, Mula Sadra presenta estos tipos de ciencias de la siguiente manera:

Estos tipos de ciencias incluyen el conocimiento de Dios, Sus atributos, Sus libros, Sus mensajeros, la emanación de los objetos de Él de la manera más perfecta y, según un mejor orden, la calidad de su conocimiento de los objetos y la forma en que los gobierna.  Así también como el conocimiento del alma humana, su alcance al otro mundo, su conexión con el mundo espiritual, su libertad desde todos los límites, su alejamiento del mundo material y su profundización en los mares del Dominio.” [4]

 Estos testimonios hacen pertinente el explorar los principios filosóficos de este sabio divino con respecto al conocimiento de tales conceptos sagrados. Esto llevará a atravesar su camino, que se basa en la demostración, la gnosis y el Corán, para acceder a la cima de la perfección del conocimiento divino y la filosofía trascendente.

 Para lograr un propósito tan exaltado, primero es necesario estudiar algunas cuestiones sobre la base de la filosofía trascendente de Mula Sadra.

La posibilidad del conocimiento de cuestiones metafísicas

Uno de los problemas tan antiguo como la historia de la filosofía misma es el referente a la posibilidad del conocimiento. Por ejemplo, los sofistas creían que el conocimiento de los objetos y del mundo externo era imposible. En este sentido, en el Gorgias de Platón se dice:

 “Primero que nada existe… Segundo, que incluso si algo sucediera, no podríamos saberlo. Tercero, incluso si pudiéramos saber algo, no podríamos explicárselo a nadie.” [5]

Aparte de los sofistas y los escépticos, los filósofos que creen que el conocimiento es posible afirman que solo somos capaces de conocer las propiedades y los accidentes de los objetos; sin embargo, no tenemos acceso a su realidad, como dice Ibn Sina (Avicena) en su Taliqat:

 “El conocimiento de la realidad de los objetos no está al alcance del hombre. No sabemos nada sobre los objetos, excepto por sus propiedades, implicaciones y accidentes. De hecho, desconocemos su diferencia constitutiva que indica su realidad. Por lo tanto, no conocemos la Primera Verdad (La Sublime), el intelecto y el alma.” [6]

Después de citar la frase anterior de Ibn Sina, al confirmar sus palabras, Mula Sadra continúa la discusión de la siguiente manera:

 “La interpretación de las palabras de Ibn Sina es a lo que nos referimos anteriormente y por la cual presentamos algunas razones en relación con la discusión de la existencia. Esta interpretación indica que los individuos de la existencia no son demostrables a menos que recurra a una clase de razonamiento a priori.” [7]

Sin embargo, los hombres de sabiduría y los filósofos no consideran esto como una razón para negar todo tipo de conocimiento. Más bien, dicen que, aunque no tenemos acceso a la realidad de los objetos, podemos descubrir sus propiedades existenciales, accidentes e implicaciones. Mula Sadra cree que conocemos las realidades existenciales a través de los conceptos y temas que están asociados con ellas. [8]

Además, agrega:

 “La realidad de los objetos es algo que carece de imposibilidad esencial y, por lo tanto, podría ser conocida por el conocimiento del hombre.” [9]

Sin embargo, Mullâ Ṣadrâ no establece que se pueda conocer la esencia más íntima de las cosas, ya que después de esta discusión, al interpretar las ideas de aquellos investigadores que sostienen que las cosas simples no se podrían conocer a menos que a través de sus concomitantes y efectos [10]. Nuevamente dice:

Si quiere decir que el intelecto no conoce la existencia externa a través de su identidad individual y la forma correspondiente, tiene razón. Sin embargo, si quiere decir que el intelecto también conoce conceptos simples, evidentemente está equivocado, ya que el intelecto percibe los conceptos de existencia, sus elementos y cosas por el estilo. Así, la concepción percibida de todo es compuesta o simple. Si un concepto es simple, representa la esencia más interna de lo simple o un aspecto de él. En el primer caso, el intelecto percibe la esencia de esa cosa y, en el segundo caso, percibe lo más íntimo de ese aspecto, aunque podría no haber captado al poseedor más íntimo de ese aspecto.” [11]

En consecuencia, aunque no tenemos acceso a las realidades de los objetos, en particular las cosas inmateriales, que son realidades simples, podemos percibir las realidades metafísicas del conocimiento a través de los conceptos. Como dice el Imâm Ali (S): “Él no ha informado (a los humanos) con la plenitud de Sus cualidades. Sin embargo, Él no le ha impedido obtener un conocimiento esencial de Él. De este modo todos los signos de existencia son testigos de Él hasta el punto que la mente negadora también cree en Él.” [12]

Sin embargo, la pregunta es cómo se puede obtener esta cantidad de conocimiento que es accesible para el intelecto, y quién podría obtenerlo. No hace falta decir que podemos percibir tales realidades sagradas en cierta medida si seguimos un método correcto de adquisición de conocimientos, obtenemos las condiciones existenciales necesarias y eliminamos los obstáculos. En lo que sigue, el filósofo ha tratado de mostrar el camino correcto sobre la base de la Filosofía Trascendente.

Amílcar Aldama Cruz


 [1]. Mullâ Ṣadrâ, al-Hikmat al-muta'âliyah fi’l-asfâr al-’aqliyyât al-arba’ah, 4ª edición, Beirut, Dar al-ihyâ al-tarath al-arabi, 1410 A. H, pág. 2.

[2]. Ibid., Vol. 6, p. 4.

[3]. El Corán, Capítulo al-Baqara: 269, “Él concede sabiduría a quien Él quiere; y aquel a quien se le concede sabiduría recibe, en efecto, un beneficio desbordante; pero ninguno entenderá el Mensaje, sino hombres de entendimiento”.

 [4]. Mullâ Ṣadrâ, al-Asfâr, vol. 1, p. 3.

[5]. Fredrick Coplestone, “La historia de la filosofía griega y romana”, vol. 1.

[6]. Mullâ Ṣadrâ, al-Asfâr, vol. 1, p. 391.

[7]. Ibid., P. 388.

[8]. Ibid., P. 392.

[9]. Ibid., P. 388.

[10]. Ibídem.

[11]. Ibid., P. 291.

[12]. Nahjul Balâqha, Beirut, Dar al-balaghat, 49º sermón, pág. 153.

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  • 17:12 - 2020/07/15
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    Excelente articulo, solo que desde un punto de vista linguistico y conceptual, a mi parecer, es mas apropiado utilizar el termino trascendental (esencial, fundamental) que trascendente.